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SPURS 103 - CAVS 74

Los Spurs destrozan, en 24 minutos, a unos Cavs irreconocibles

Los campeones no se encuentran. Reciben una paliza tremenda en San Antonio y LeBron sufre un feo golpe en la espalda.

Madrid
LWS107. SAN ANTONIO (TX, EE.UU.), 27/03/2017.- LeBron James (i) de Cavaliers en acción ante Pau Gasol (d) de Spurs hoy, 27 de marzo de 2017, durante un juego de la NBA en el AT&T Center de San Antonio, Texas. EFE/LARRY W. SMITH
LARRY W. SMITHEFE

Ni rastro de la garra. Siempre se habla del corazón del campeón, pero los Cavaliers que conocíamos parecen haber desaparecido de la faz de la tierra. Cuerpos que deambulan por un parqué NBA a altas horas de la madrugada española sin rumbo alguno. Cuerpos que persiguen sombras en un lado y que han perdido la chispa en el otro. En definitiva, un equipo que ahora mismo, a 28 de marzo de 2017, está muy lejos de los grandes de la Liga y a años luz de los increíbles (eternos) San Antonio Spurs. Sepultados entre sensaciones que apuntan a la depresión y sin ver encontrar aún salida, LeBron, Kyrie, Lue y compañía fueron siempre varios pasos por detrás en lo que podríamos bautizar como la enésima lección de El Álamo. Una auténtica paliza de principio a fin. Equipos que juegan, a día de hoy, en Ligas diferentes. Al menos en lo que a la defensa se refiere.

Se veía venir. Con el nivel mostrado por los Cavaliers en sus últimos compromisos y la paciencia en el movimiento de balón y cuerpos de la que hacen gala los Spurs, el cóctel de entrada tenía tintes plateados. Desde el salto inicial y después de que Irving escondiera las carencias de su equipo con un par de canastas rápidas en transición, los Spurs movieron el árbol hasta que dio frutos en ataque y defendieron la línea de tres en defensa. Las manos de Kawhi y Danny Green aparecían en las líneas de pase y los Cavs fueron incapaces de buscar un plan B. Estaban atrapados en una ofensiva simple y taponada ante un equipo que evoluciona cada día y que te hace pagar cada error con puntos.

Los Spurs acababan una y otra vez a medio centímetro del aro rival. La defensa de los 'pequeños' de los Cavs fue inexistente un día más y entre eso y la falta de protección de aro, el batallón camaleónico de Popovich no tardó en reventar el marcador: 24 arriba en 24 minutos (40-64), con la línea del triple cerrada (2/15), la batalla de los detalles ganada (9-1 en las pérdidas) y el banquillo, liderado por un acertadísimo Pau Gasol (14 puntos, 2/2 en triples), siendo la más clara de las mil diferencias (¡0-28!). Partido sentenciado. Y lo que es peor, los campeones no fueron capaces de encontrar si quiera solución momentánea. No fueron mejores que los Spurs ni 20 segundos en todo el encuentro. Ni siquiera cuando los de Popovich se relajaron tras el descanso (siete pérdidas en el tercero). Preocupante es poco.

El codazo y el susto

Sin baloncesto competitivo delante, los locales se tomaron el resto del día libre y el partido perdió todo el interés. Entonces, con segundos en el reloj del tercero, LeBron recibió un (feo) codazo de David Lee en el centro de la espalda. El alero hizo enseguida un gesto de dolor claro y acabó varios minutos tendido sobre el parqué mientras los aficionados de los Cavaliers (y de la NBA en general) mantenían la respiración. "Estoy bien", dijo tras el choque (ESPN). "Estaré listo para el jueves". No es LeBron de los que se rompen.

Al final, 25+6+6+3 del mejor Kawhi, 14 de un buen Aldridge, 14 del triplista Pau, 12 del eterno Ginóbili (siempre deja detalles) y la enésima demostración de Danny Green de que no hace falta ser protagonista para jugar una auténtico partidazo (estuvo en todas). Los Spurs siguen jugando muy bien al baloncesto y los Celtics son, a 28 de marzo, el número uno de la conferencia este.