La visita de Israel a Gijón y los aprovechados ruidosos del fútbol
La decisión personal de Lopetegui. La Federación quería jugar un partido en el norte de España y fue Julen Lopetegui quien propuso El Molinón, por su tradición futbolística y por el buen estado del césped, los dos parámetros que tiene que medir un técnico que piensa en fútbol. En la Federación, alguien debió ponderar en su justa medida lo que suponía la visita de Israel, con todas sus connotaciones y el problema institucional, que no deportivo ni social, que seguro generaría la votación del Ayuntamiento gijonés. La Federación no tuvo cintura y ahora los ruidosos, aprovechando el arrastre del fútbol, están en su salsa.
Un punto de encuentro. Hay quien, interesadamente, prefiere mezclar política y deporte para ensuciar. Gijón, por muy lamentables que sean las decisiones de algunos de sus políticos, no merece pasar como una ciudad intolerante. Seguro que está a la altura de su demostrada hospitalidad y que sabrá disfrutar del fútbol como punto de encuentro. En Israel existe auténtica devoción por la Liga y el fútbol español. Esa ilusión está muy por encima de los interesados ruidosos y su buscada desinformación.
Julen quiso fichar a Zahavi. El actual seleccionador era el técnico del Oporto y la estrella israelí, embajador para la paz por cierto, jugaba en el Maccabi Tel Aviv. Se enfrentaron en la fase de grupo de la Liga de Campeones entre octubre y noviembre de 2015. Julen quedó prendado de los movimientos de aquel delantero, que encontraba con facilidad situaciones de remate. El técnico pidió a su club que le fichase e, incluso, llegó a hablar con él por teléfono. 35 goles marcó la temporada pasada en la liga israelí, lo que le valió para marcharse al Guangzhou R&F de la Superliga China como el fichaje más caro de la historia de su país.
El reparto de minutos. Los clubes españoles van a mirar con lupa las dos alineaciones de Julen Lopetegui en estos dos partidos, especialmente el que se va a jugar el próximo martes en París. De carácter amistoso, llegados al tramo final de temporada, donde los clubes afrontan la hora de la verdad en la Liga y en la Champions. Será buen momento para ponderar la mano izquierda del seleccionador, que ha dado amplias muestras de no casarse con nadie y de no actuar para la galería.