Cinco cambios que deberías hacer la NFL y no hará (o sí)
Una característica distintiva de la NFL respecto a otras competiciones es estar siempre en constante evolución. ¿Qué modificaciones habrá?
Entre los próximos días 26 y 29 de Marzo, los propietarios de la NFL se reunirán en un lujoso resort de Phoenix, Arizona, para, entre cóctel y cóctel, preguntarse por la familia, presumir de implante capilar, competir por quién la tiene más grande (la cuenta de beneficios, obviamente) y ya que están, tratar de asuntos relacionados con ese entretenimiento que tanto les divierte y enriquece como es el football profesional. Se hablará, si bien probablemente no se vote aún, de la mudanza de Raiders a Las Vegas, y también del consumo de marihuana en la liga, aunque ambos temas no estén directamente conectados. En estos saraos anuales se tratan temas de organización y logísticos, normalmente aburridos, pero también aprueban implementar nuevas reglas, algunas meramente estéticas, aunque otras con fuerte impacto en el juego. En este artículo “El tiempo extra de la NFL podría ser de 10 minutos a partir de 2017" se enumeran algunas de ellas.
Imagino que a cualquier aficionado le encantaría estar en esa reunión. No sólo por el hecho de que significaría ser millonario, lo cual en sí mismo no estaría nada mal, sino para influir en el desarrollo de nuestro deporte favorito. Cada cual tendrá sus preferencias. Aspectos del juego que le gustaría cambiar, incluir o eliminar. Como a estas alturas la agencia libre ya ha dado todos los titulares que podría dar, puede ser interesante debatir qué medidas modificaríamos si tuviésemos la oportunidad. Sin orden de prioridad, se me ocurren las siguientes:
Pasar la Super Bowl al sábado
No sé vosotros, pero a mí se me están acabando las excusas que poner el lunes siguiente a la Super Bowl para no ir al trabajo. Mi jefe, que no tiene un pelo de tonto, ya empieza a sospechar de las reiteradas pérdidas de salud o los repentinos fallecimientos de familiares tras el primer domingo de Febrero. En especial, desde que él también se ha aficionado a la NFL (se ha hecho de los Patriots, como os decía, no tiene un pelo de tonto). Imagino que mi problema se extiende a todos cuya franja horaria obliga a trasnochar en demasía, pero sospecho que en los propios Estados Unidos, los niveles de absentismo laboral también se incrementan en esa fecha. Entonces, ¿por qué no adelantar un día el partido, y permitirnos a todos el domingo de resaca?
Sé que la NFL es una competición donde la tradición manda mucho. Pero una de sus mayores tradiciones es la de ganar dinero. En estos últimos tiempos donde las audiencias televisivas se están resintiendo, una programación más “amigable” a mercados en expansión como el europeo, sin un excesivo impacto en el americano, redundaría en un mayor número de espectadores en directo. Por otro lado, las televisiones seguirían contando con un potente atractivo el domingo en el postpartido mediante resúmenes, análisis, reacciones, etc. Además, sólo por reducir, aunque fuese en un día, el excesivo tiempo de espera entre las Finales de Conferencia y la Super Bowl, ya me parecería bien.
Ventaja de local en playoff en función del balance final
La pasada campaña, sólo un partido de playoffs acabó con victoria visitante. Esto habla de la ventaja del factor de jugar como local. Aunque sólo hubo 2 partidos donde el visitante tenía mejor balance (Raiders en Houston y Giants en Green Bay) ya es hora de cambiar el criterio de asignar automáticamente la localidad a los campeones de división. Por su naturaleza, en la NFL es imposible que jueguen todos contra todos, así que es normal que los calendarios estén descompensados. Por esta razón, considero que los campeones de división sí merecen entrar en postemporada tengan el balance que tengan. Sin embargo, dada también la igualdad existente, parece justo que sea quien más partidos gane quien goce del beneficio de jugar en su estadio, con su público, con sus condiciones. Ah, y nada de aumentar los equipos clasificados a postemporada. Más cantidad no implica mayor calidad, y las últimas eliminatorias de wildcard no invitan al optimismo.
Plantillas más amplias
El cada vez mayor grado de especialización en el football implica que 45 jugadores activos para los partidos se antoje insuficiente. Expandir este número (y por consiguiente, el de los rosters) permitiría una mayor rotación de los titulares para estar más descansados en los momentos decisivos del juego (mayor espectacularidad) y reducir el riesgo de lesiones (menor tiempo en el campo) lo que ayudará a remontar las audiencias. En partidos ya decididos, poder alinear a novatos aceleraría su adaptación a la liga, lo que celebraríamos equipos y aficionados. Otra opción sería que todos o parte de los componentes del Practice Squad pudiesen participar del juego, o que los especialistas (kicker, punter y long-snapper) no cuenten contra esos máximos y hayan 2 de cada por equipo (una lesión de alguno de ellos, algo por desgracia bastante frecuente, condiciona en exceso el desarrollo del partido).
Que los kickoffs se chuten como punts
En los últimos años, la NFL está cambiando reglas con el objetivo de eliminar los kickoffs. La causa: el miedo a graves lesiones como consecuencia de los impactos a alta velocidad entre los equipos de retorno y cobertura. Como entusiasta de esta acción del juego, pero consciente de la necesidad de proteger la salud de los jugadores, creo que la solución no es suprimirla, sino atacar el origen. Si el problema es que los jugadores colisionen violentamente, un remedio sería que el equipo que chuta parta desde la propia yarda 35, sin tomar carrerilla; y el que recibe, tuviese que alinearse en la 45 (excepto el retornador), debiendo recular para formar la pantalla. De esta forma, se minimizaría la energía de los choques.
Que cada equipo disfrute de 2 jornadas de bye, evitando jugar seguido domingo y jueves
Como empedernido jugador de fantasy, esta medida que propongo iría en mi contra, pero intuyo que antes o después, se terminará imponiendo. Son numerosas las quejas, tanto de jugadores como de técnicos, sobre la imposibilidad de preparar, tanto física como tácticamente, un partido en tan sólo 3 días. Como el partido del jueves no tiene pinta de que se vaya a suprimir, sería oportuno permitir un descanso extra la jornada anterior para los equipos implicados, de forma que dispusieran de 10 días para prepararlo. Quizá esta medida ayudase a incrementar la calidad de estos encuentros (una mejor elección de los contendientes, también), pero sobre todo, llevaría la temporada regular a 18 semanas, una más para regocijo de televisiones y aficionados.