Mourinho se confiesa: "He madurado..."
El entrenador del Manchester United ha dado una entrevista en el medio francés donde repasa aspectos de su vida profesional: filosofía de trabajo, competencia, evolución...
En exclusiva, José Mourinho se confiesa en el France Football de este martes. Una sorprendente confesión sobre su trabajo y su propia evolución. Este es un avance de la entrevista.
Su filosofía de trabajo: "Hay que adaptarse a la realidad del club y a sus necesidades. Eso se llama ser inteligente (…). La prioridad es establecer relaciones de paz y amor en el grupo y establecer una estabilidad. El Manchester United ya no tiene estas super personalidades que eran los Giggs, Scholes o Roy Keane. Hoy todavía están Rooney y Carrick que son las últimas caras de esta generación, y hay un nuevo grupo de jugadores que deben adaptarse. Por eso era importante para mí que viniera Zlatan. En este equipo tenía, sin ser inglés y sin conocer la cultura del club, la personalidad y el perfil para ser más que un simple jugador”.
La competencia: "En Inglaterra, los clubs son tan potentes económicamente que el mercado está abierto a todos. Tomen el ejemplo del Bayern Múnich en Alemania. ¿Sabe usted cuándo empieza el título cada año? Cuando, durante el verano, compran al mejor jugador del Borussia Dortmund. Y Lewandowski el año siguiente. Y Hummels. Yo llego en un club que tiene una gran y prestigiosa historia pero que ya no puede funcionar de la misma manera. Ningún club en Inglaterra, sea Manchester United, Liverpool, City puede ser dominador de forma permanente. El poder se ha dividido. Todo es más difícil: comprar, ganar, construir".
Su evolución como entrenador: "El Mourinho hombre intenta ser lo contrario a lo que es el Mourinho entrenador. Intenta ser discreto, tranquilo. Intenta encontrar la manera de desconectar. Puedo volver a casa y no ver un partido de fútbol, puedo no pensar en el fútbol. Sí, puedo hacerlo. Al principio de mi carrera no podía, estaba conectado las 24 horas del día. He tenido que encontrar una cierta madurez. Ahora, me siento bien con mi personalidad de hombre. He madurado, me siento más apaciguado. Una victoria ya no representa la luna y una derrota ya no es el infierno. Y creo que ahora soy capaz de transmitir esta serenidad a los que trabajan conmigo y a mis jugadores. Tengo las mismas ambiciones que antes, la misma implicación, el mismo profesionalismo. Pero estoy controlando más mis emociones”.