Sorpresa de los Sixers y Brett Brown "bendice" a Sergio
"Ha sido uno de sus días", dice el técnico sobre la buena actuación del español en la sorpresa de los Sixers ante unos Celtics sin Isaiah.
Da la sensación de que cada vez que la distancia entre los Cavaliers y los demás se puede reducir en el Este, los demás pierden. Les pasó a los Celtics en Philadelphia (105-99) después de jugar con fuego menos de 48 horas antes en Brooklyn. Los dos partidos, no es casualidad, jugados sin Isaiah Thomas, con problemas de rodilla. Cómo de graves son lo sabremos en la noche del lunes, cuando los verdes reciben en el Garden a los Wizards. Ahora mismo una rivalidad tensa y una lucha directa por el segundo puesto de la Conferencia: 44-26 por 42-27, apenas un partido y medio de margen y la ventaja de campo en una hipotética semifinal, en el aire. Con Cleveland delante, con margen, y Toronto Raptors detrás, a trompicones.
Ese duelo ante los Wizards, muy trascendente, será el primero de seis bastante accesibles y en su pista para los de Brad Stevens, que en todo caso bien harían (regreso de Thomas al margen) en jugar mejor de lo que lo han hecho en Brooklyn y Philadelphia, donde se fueron complicando según avanzó la segunda parte hasta que se vieron con el partido perdido ante un rival que ha ganado tres de sus últimos cuatro partidos y que pasa por su mejor momento desde que Joel Embiid frenó en seco. Ya son 26 victorias (26-43), 16 más que la temporada pasada. Y con Dario Saric cimentando esa candidatura al Rookie del Año que hasta Embiid apoya públicamente: 23 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias. La única mala noticia volvió a ser Jahlil Okafor (12 minutos en pista solo por molestias de rodilla) con buenos minutos de Covington y de esa bestia física que es Richaun Holmes, que se está ganando a dentelladas un protagonismo cada vez mayor (8 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias, 4 tapones). En un buen partido del banquillo, hasta el técnico Brett Brown celebró los minutos (20) de Sergio Rodríguez en “uno de sus mejores días”: 9 puntos y 7 asistencias, 4/6 en tiro y protagonismo en el vuelco de la segunda parte, antes de los minutos cruciales.
En los Celtics no bastó el gran partido de Al Horford (27 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias) y la producción a trompicones de Crowder y Bradley o la intensidad de Rozier. Cuando llegó la hora de la verdad, se echó de menos a Isaiah Thomas. Por algo es el rey de los últimos cuartos.