BARCELONA

Jordi Alba y su difícil encaje en el nuevo 3-4-3 de Luis Enrique

El lateral, indiscutible desde su llegada en 2012 por 14 millones de euros, puede ser uno de los damnificados si se asienta el sistema. Su sitio, en el 4-3-3.

Jordi Alba, en el banquillo.
GORKA LEIZA
Juan Jiménez
Redactor jefe de AS. Fue colaborador en AS (2000-04) y, después de pasar por Málaga Hoy, regresó como jefe de Sección en Málaga. Delegado de Andalucía entre 2009 y 2012, colaboró en la integración digital-papel de AS en Madrid. Cubre la información del Barça y la Selección de baloncesto. Tres Juegos Olímpicos. Colaborador de SER, Canal Sur y Gol.
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Aunque de fútbol se ha hablado bien poco esta semana, el Barça recibe al Valencia mañana en el Camp Nou con la nueva incertidumbre: por qué sistema apostará a Luis Enrique. El asturiano parece haber decidido afrontar el final de temporada con el 3-4-3 que estrenó en el Calderón y extremó incluso contra el PSG. En esos dos partidos no jugó como titular Jordi Alba.

Llegado al Barça procedente del Valencia en el verano de 2012 por 14 millones de euros, Alba ha sido indiscutible hasta ahora siempre que no ha estado lesionado. Su rendimiento en estas cuatro temporadas y media ha sido impecable, pero el nuevo dibujo de Luis Enrique le excluye. Su perfil no encaja en el puesto de central izquierdo. El partido de Riazor lo demostró. No se trata de una pérdida de confianza del técnico sino de una cuestión puramente táctica. Falta por probar a Alba en la posición de interior o volver al 4-3-3. Si no, lo tiene difícil.

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