Costa Rica siempre alienta a Keylor Navas

Su rostro reflejaba impotencia, la pelota entraba y era su culpa. Segundos para recordar que las cosas no vienen bien, para reflexionar todo lo vivido, y para ponerse de pie y andar. Costa Rica con las manos a la cabeza, como su portero. Nuevamente Keylor había errado, era el foco, la burla, pitos del Bernabéu. Los ticos recordaron que este mes visitan a México y Honduras por la eliminatoria. Elevaron plegaria, quizás al igual que el meta en ese momento tan incómodo.

Pero Keylor siempre vuelve, esa es la fe, y su fe. El juego ante el Betis tendrá que ser el fin de una etapa, una mala racha, y como de costumbre, del infierno al cielo. Se ha recuperado de todo mal, de todo momento cuando se le ha visto fuera de Chamartín. Le pasó con el debate con Iker y Diego López, llegó su momento tras duras pruebas, aquel fax, y alzó la Undécima. La memoria no puede ser ingrata, era el aquero, el de menos goles encajados.

La presión es extrema, no es para menos, máxime cuando todo se junta. De Gea, Courtois, Florentino, su sueño, la Prensa señalándole en cada error, todo en el horizonte. Fue claro, no hay pretextos, debió ser expulsado, cometió un terrorífico autogol, ¿pero, quién no lo ha hecho?

Lo del minuto 92 deberá de ser el momento justo para rebobinarse hasta aquel día que levantó la Champions, donde gozaba de confianza, de la divina gracia del madridismo. Su parada le ha dado al Madrid la vuelta al liderato y por qué no, podría haberle dado una Liga, de pitos a palmas. En Costa Rica se le adora, pero en las calles hay voces que recuerdan que es humano, que también puede fallar, pero todos concuerdan que su ídolo regresa, siempre cada vez más fuerte.