Cinco jugadores clave a seguir en la AL Centro de la MLB para 2017
Con la temporada a la vuelta de la esquina, seguimos repasando a aquellos que pueden marcar diferencias en la División Central de la Americana.
En esta tercera entrega de los jugadores clave que pueden suponer una diferencia inmensa en las posibilidades nos centramos en cinco protagonistas de la División Central de la Liga Americana, con unos Cleveland Indians que se perfilan como los grandes favoritos.
1. José Ramirez (Cleveland Indians)
Después de varios años subiendo desde las Menores con resultados poco satisfactorios Ramírez acabó encontrado su hueco en el 2016. Estaba claro que los Indians no podían confiarle todas las responsabilidades de la esquina caliente a un veterano como Uribe. El dominicano sigue siendo un seguro defensivo, pero su aportación en ataque es nula.
Ramírez fue la solución. En su temporada de consolidación demostró tener un bate rápido y una energía desbordante. Basta con verle correr las bases para enamorarse de él. Consiguió 22 robos y 46 dobles. Sólo Murphy y Ortiz pegaron más.
Contar en su equipo con gente como Lindor, Encarnación, Brantley o Santana le permite estar en un segundo plano y golpear en la parte media/baja del lineup, donde el año pasado resulto letal. Si los Indians quieren volver a coquetear con el éxito necesitan que Ramirez (y toda la segunda unidad de bateadores) vuelvan a ser productivos.
2. Nick Castellanos (Detroit Tigers)
La gran esperanza blanca. La única pieza del sistema de granjas de Detroit de la que Dombrowski no se deshizo. Cuando fue drafteado se consideraba que iba a ser uno de los grandes sluggers de su generación. Seis años después las expectativas se han rebajado un poco.
Castellanos se convirtió en el tercera base titular de los Tigers en 2014. Probablemente su posición natural en las Mayores sea la primera, pero de momento allí juega un tal Miguel Cabrera. En ese primer año su defensa fue horrible y su ofensiva no fue mucho mejor. Poco a poco ha conseguido mejorar algo con el guante y el año pasado, por fin, tuvo un gran inicio de temporada con el bate. Promedió un .363 de bateo durante el mes de abril y se fue al descanso del All Star con un excelente .302 y 17 home runs. En la segunda parte de la competición tuvo ciertos problemas físicos y apenas jugó.
Con 26 años y tres temporadas en Grandes Ligas a las espaldas Castellanos está en el momento clave de su carrera. Los Tigers están deseosos de empezar la reconstrucción. Andan como locos por soltar a Cabrera, Upton, los Martinez y Verlander. Si Castellanos da un paso al frente en 2017 y sigue progresando como en 2016, puede convertirse en una de las piezas fundamentales del nuevo proyecto. No va a ser el jugador que una vez se soñó, pero puede ser muy útil.
3. Eric Hosmer (Kansas City Royals)
Por favor, llamen a Iker Jiménez. Hosmer debe ser uno de los mayores misterios del béisbol contemporáneo. Cómo es posible que un primera base con un poder limitado y al que la estadística avanzada machaca inmisericordemente (-0.2 de WAR en 2016) sea uno de los jugadores más determinantes de los últimos años y piedra angular de los maravillosos Royals del 2014 y el 2015.
Está claro que Hosmer no va ser nunca Joey Votto. Pero habría que recordar que estos eran los cálculos de los Royals en 2011. Por aquella época Hosmer jugaba en Triple A y después de 4 años en las categorías de formación de Kansas sus números auguraban que iba ser una súper estrella: .312/.393/.494 como línea de bateo y un ratio de BB/K de casi 0.80. Se ha quedado muy lejos.
Es quizás su energía y su fe ciega lo que le han convertido en lo que es. Es él, con todas sus limitaciones, quien mejor encarna ese lema de tú pon la bola en juego y ya veremos luego que pasa. ¡Qué se lo digan a los fans de los Mets! Su carrera suicida desde tercera base desafió todos los preceptos del béisbol moderno y acabó entregando las Series Mundiales del 2015 a la franquicia de Missouri.
Parece que los años de vacas gordas se acaban en Kansas City. La rotación ha quedado mermada y el maravilloso bullpen que hacía temblar a la MLB ha sido desmantelado. Además cuatro piezas fundamentales del equipo, Moustakas, Caín, Escobar y el propio Hosmer, están en su último año de contrato. Cuando todo parecía perdido ha surgido una pequeña llama de esperanza. Hosmer está dispuesto a renovar. Si esto pasara, quizás su compañeros decidan hacer lo mismo y los Royals puedan volver a aspirar al éxito.
4. Byron Buxton (Minnesota Twins)
¿Es Buxton uno de esos jugadores que cambia el rumbo de una franquicia? Todo el hype levantado a su alrededor cuando fue número 2 del Draft del 2012 saltando directamente desde el instituto al profesionalismo hacia indicar que sí. Su meteórico paso por las Menores lo confirmaba. En 2015 su debut en las Mayores lo puso muy en duda.
Las primeras 356 visitas de Buxton al cajón encendieron todas las alarmas en Minnesota. El chico no podía batear. Quizás se habían confundido. Quizás Buxton simplemente era un gran jardinero defensivo con buenas piernas para correr bases, pero no la estrella que ellos esperaban.
Después de idas y venidas entre los Twins y su afiliado de las Menores el hype por Buxton se volvió a disparar. En septiembre de 2016, después de un mes con los Rochester Red Wings, volvió al Gran Show y completó un buen final de temporada. Bateó para .287, la sacó del campo en 9 ocasiones y demostró que hay pocos defensores de su nivel.
En 2017 la pregunta vuelve a estar en el aire: ¿Es Buxton uno de esos jugadores que cambia el rumbo de una franquicia?
5. José Quintana (Chicago White Sox)
Quintana se ha pasado cinco años oculto bajo la alargada sombra de Chris Sale pese a los buenos números que ha puesto sobre la mesa no ha dejado de ser un escudero de lujo. Los focos han estado siempre puestos sobre el zurdo, rostro de la franquicia y aspirante perenne al Cy Young.
Este invierno los White Sox tomaron la decisión de iniciar una reconstrucción profunda. Ya son ocho años sin pisar los playoffs y el núcleo del equipo, pese a tener algunas estrellas, no parecía dar el nivel necesario. Entre las salidas, como ya sabemos, estuvo la de Chris Sale a los Red Sox. Con ese movimiento Quintana se convertía en el ace de la rotación. Lo cierto es que será raro verle terminar la temporada en Chicago. Algún aspirante al título necesitado de pitcheo abridor buscará un traspaso que los White Sox no rechazarán.
Quintana lleva cuatro años lanzando por encima de las 200 entradas anuales y con ERA’s que van del 3.51 al 3.20. Números más que atractivos y que demuestran regularidad y saber hacer. Los White Sox rezan para que su nuevo ace empiece bien la temporada y les pueda servir para conseguir otro buen paquete de novatos.