El camino de los Browns no tiene por qué pasar por Myles Garrett
La elección de Myles Garrett por los Cleveland Browns con el número 1 del draft puede que no esté en el guión indescifrable de Sashi Brown y Paul DePodesta.
Hoy es 13 de marzo y nadie puede asegurar que la labor recolectora de rondas altas del draft de los Browns haya terminado. Quizá, cuando estés leyendo este artículo tengan alguna primera o segunda más de las que aparecen en estas líneas. Como el cuento de la cigarra y la hormiga, ellos guardan semillas mientras muchos de los demás tocan el violín, el violón, o directamente se tocan las narices.
Como os digo, hoy tienen:
NFL DRAFT 2017
Primera ronda: (2) No. 1, No. 12 (procedente de los Eagles por trade del traft 2016).
Segunda ronda: (2) No. 33, No. 52 (procedente de los Titans por trade del traft 2016).
Tercera ronda: (1) No. 65
Cuarta ronda: (1) No. 108.
Quinta ronda: (3) No. 145, No. 175 (pick de los Patriots por el trade de Barkevious), No. 181 (elección compensatoria).
Sexta ronda: (2) No. 185, No. 188 (pick de los Texans por el trade de Brock Osweiler).
Séptima ronda: (0).
NFL DRAFT 2018
Primera ronda: (1) su elección.
Segunda ronda: (3) su elección, una elección procedente de los Eagles por trade del traft 2016, Texans' pick via Brock Osweiler trade.
Tercera ronda: (1) su elección.
Cuarta ronda: (2) su elección, pick de los Panthers' por el trade de Andy Lee.
Quinta ronda: (1) su elección.
Sexta ronda: (2) su elección, pick de los Steelers' por el trade de Justin Gilbert.
Séptima ronda: (1) su elección.
En total, 3 primeras rondas, 5 segundas, 2 terceras, 3 cuartas, 4 quintas, 4 sextas y una séptima. 22 rondas totales, 8 de ellas de primera o segunda ronda.
Creo que el jueves pasado a muchos se nos abrieron los ojos. No digo que nos hayamos vuelto creyentes, pero al menos hemos empezado a entender lo que buscan los Browns; cuál es el camino del famoso ‘Moneyball’ aplicado a la NFL.
Después de un año perdido, en el que Hue Jackson se ha limitado a evaluar una plantilla cogida por los pelos, el equipo parece haber entrado en la segunda fase de su plan. El punto culminante llegará con el draft de 2018, cuando, si todo sale como parecen tener programado, habrán convertido el agua en vino y multiplicado los panes y los peces en rondas altas para formar un equipo de ensueño, con una decena de jugadores jóvenes de esos que deben marcar la diferencia en la NFL.
Pese a todo, seguro que las sorpresas no han terminado ahí. Que nadie espere elecciones previsibles. Parecería una locura que no se llevaran a Myles Garrett con su primera elección, ¿verdad? Sin embargo, Garrett es el jugador perfecto para la mente del analista, aficionado y seguidor de la NFL, pero quizá no sea el tipo ideal según las cuentas de las estadísticas avanzadas que se han convertido en ‘tablas de la ley’ para la nueva filosofía de Cleveland. Seguro que Sashi Brown y Paul DePodesta, padres del plan de reinvención de los Browns, siguen criterios muy diferentes a los nuestros. Y llevarán meses estudiando las posiciones más propensas a ser exitosas y con más tendencia a fracasar en primera ronda, y en segunda, y las universidades que mejores resultados dan por posición y ronda, y los pesos y alturas, números en las 40 yardas y salto a pies juntillas del jugador perfecto de cada posición. Y harán todos esos análisis sin mirar nombres de jugadores ni titulares de prensa. Será algo puramente científico. Ese ha sido, es y será su camino.
Más tarde, Hue Jackson, enfrascado completamente en el experimento como un nuevo creyente, tendrá que juntar las piezas para llevar a los Browns a la tierra prometida. Es posible que de entrada el rompecabezas parezca surrealista, incluso con piezas repetidas, pero tendrá a su favor las estadísticas avanzadas y un mundo nuevo por descubrir para los demás pero en el que ellos se mueven a las mil maravillas.
Nada de lo anterior asegura que los Browns elijan ocho super estrellas con esas elecciones de primera y segunda ronda. Incluso si, como parece, priorizan la eficacia y el porcentaje de acierto sobre la genialidad o el nombre. Pero al menos ya tenemos todos claro cuál es el plan y el camino que están siguiendo.
El problema es que, como les sucedió a los Oakland Athletics, si las cosas les salen bien serán muchos los que decidan seguir ese mismo camino de inmediato. En la MLB, donde hay ricos y pobres, y los Athletics del ‘moneyball’ estaban en el segundo grupo. Eso no sucede en la NFL, donde el límite salarial iguala las posibilidades. El plan de los Browns solo tiene una bala en la recámara. Si les sale bien, y construyen un equipo ganador en dos draft de ensueño, tendrán cuatro años para cimentar su dinastía antes de que esas estrellas salgan al mercado a un precio que las convierta en imposibles de conservar. Después de esa fecha, muchos serán los que habrán copiado su filosofía, y ya no será tan sencillo cambiar primeras rondas del draft por dinero, como han hecho con Osweiler.
Por eso, ahora más que nunca, la elección de Myles Garrett por los Browns con el número 1 del draft no debe ser considerada una certeza. Brown y DePodesta están siguiendo el plan de un mundo paralelo desconocido hasta ahora en la NFL y, por qué no, quizá un safety como Jamal Adams cuadre mejor en su puzzle indescifrable… por poner un ejemplo.