"Quiero ganar el oro; pero si no gano, quiero ser valiente"
Carmen Aguilar es una de los 33 atletas que representará a México en las Olimpiadas Especiales de Austria. Su meta: el primer lugar en el patinaje artístico.
Carmen quiere ganar una medalla de oro. Emocionada, vibrante. La sonrisa tímida le cambia de signo en cuanto la palabra Olímpicos resuena. El hielo, una mochila gris-rosa, la ligerísima ventisca gélida que recorre como brisa ártica los oscuros pasillos debajo de la pista, el chirriar de las cuchillas que rasgan el hielo. Cuántos sueños, cuánta ilusión. "Estoy muy agradecida por el apoyo que he tenido (...) Quiero ganar muchísimas medallas, quiero oro". Sin atisbo de duda. Sin muecas ni intervalo entre pregunta y respuesta. Oro.
Carmen Aguilar patina desde que tenía ocho años; lleva siete en la pista de hielo de Metepec, Estado de México. En el hielo, en frío, la vida le parece mejor: "Patino por mis sentimientos. Me gusta que mis papás me vean, que estén conmigo, que esté alegre con ellos”. Olimpiadas Especiales (independientes del COI, aunque autorizados para utilizar el término 'Olympics') le otorgó un pase para competir en los Juegos invernales de Austria, que iniciarán el próximo 14 de marzo. Junto con el Comité Olímpico Mexicano, Special Olympics sufragará los costos de Carmen y de otros 32 atletas mexicanos (cuatro como 'Compañeros Unificados') en la cita: avión, hospedaje, viáticos. Todos cuentan con el aval de la Federación Mexicana de Deportes de Invierno para competir, pero Special Olympics es quien regula los métodos de selección y clasificación. En los estándares de la Federación existen 11 niveles dentro del patinaje artístico; Carmen está en el tercero y en Austria competirá bajo los estándares del segundo.
Miguel Ángel Saldaña, entrenador de Carmen, sabe cuál es la clave detrás de los sueños de hierro de su alumna. "El secreto para trabajar con personas con capacidades diferentes es entrenarlos como cualquier otra persona. De esa forma, les exigimos y hay un avance mayor (...) Ella tiene en su mente la medalla de oro. Es muy competitiva. Estamos haciendo todo lo posible para que esté a la altura de los otros países".
El secreto, como en todo, es práctica. Y saber sufrir. Caer sobre el hielo, soportar el impacto sobre el piso gélido, el dolor de los huesos, limar las magulladuras, limpiar la sangre esparcida entre las grietas que las cuchillas dejan sobre el hielo. Carmen sabe cuáles son sus fallas, pero ninguna es obstáculo suficiente como para alejar el sueño: "Ando trabada en el salto de tres. No sé hacer molinetes. No puedo hacer giros. El desplante sí me sale (...) Patino porque quiero ganar, pero muchas veces me caigo". Las caídas no la drenan. Aún tiene energía para la preparatoria y sus clases de natación y violín.
Carmen se deslizará sobre el hielo el Ice Stadium de Graz el 19 de marzo, en la prueba individual, y un día después, en la competencia de parejas en la que saldrá junto a Pablo Lázaro, quien entrena en Puebla. Frente a ella, sus sueños: "Lo que más deseo lograr es mi coreografía. Quiero ser una celebridad (…) Quiero ser famosa, como los de One Direction. Quiero enamorarme de alguien. Quiero terminar una carrera y pasar de nivel de trabajos (en patinaje)".
"Quiero ganar; pero si no puedo ganar, quiero ser valiente en el intento".
