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ROSTOV 1 - M. UNITED 1

Empate con sabor a victoria para el United en Rostov

El United fue de menos a más y acabó pidiendo la hora. La primera parte fue inglesa, pero en la segunda el Rostov arrinconó al United.

México
Pogba con el Manchester United.
Grigory DukorREUTERS

Al United le tocó ponerse el mono de trabajo en Rostov. Con un campo impracticable y un rival que no se cortó a la hora de emplearse con contundencia, los de Mourinho sufrieron para sacar un empate que les pone con ventaja en la eliminatoria. El Rostov entregó la primera mitad, pero en la segunda comenzó a tocar más el balón y gracias a la velocidad de Noboa y Calachev complicaron la vida al United. Los ingleses fueron de más a menos y acabaron pidiendo la hora.

Los rusos han sido un hueso en su terreno de juego durante la temporada europea y el United no tardó en descubrirlo. El Rostov salió a dominar, pero pronto entregó la cuchara. Los ingleses se estiraron y notaron la dificultad. Con un campo muy duro y seco el balón no corría, por lo que el juego combinativo era imposible. Además, cuando un jugador del United podía irse sólo siempre había otro del Rostov para cortar la jugada.

Así cabalgó la primera mitad. Un Rostov bien ordenado, apoyado en una dureza excesiva en algunos tramos maniataba al United. Con una genialidad los británicos rompieron la monotonía. Una gran combinación de Fellaini e Ibrahimovic acabó con el gol de Mkhitaryan, que hacía justicia en el marcador. El Rostov se vio desbordado, y se empleó con más dureza. Ni quiso, ni dejó jugar y así transcurrieron diez minutos eternos para los aficionados hasta el descanso.

El Rostov mucho más incisivo en la segunda mitad

El planteamiento del Rostov no era el correcto, y tras salir del vestuario lo cambiaron. Los locales no rehuyeron el balón y poco a poco se hicieron con la posesión. Esa táctica le dio el empate en el minuto 52. Eso sí, el gol llegó tras un pelotazo. Kalachev colgó el balón desde la frontal y Bukharov ganó la espalda a su par para poner la igualada.

Las tablas devolvieron la monotonía al partido. Los futbolistas, cansados de no poder tocar el balón, comenzaron a abusar del juego aéreo. Todo se disputaba por arriba, lo que volvió a ralentizar el encuentro. El empate valía al United y se dejó ir. El Rostov lo vio y aprovechó la velocidad de Noboa y Calachev por bandas para incomodar a los ingleses.

Las bandas rusas eran dos cuchillos en la mantequilla. Cada internada era una ocasión clara, pero cuando se acercaban a la meta de Romero se les fundía la bombilla. El United acabó arrinconado, el Rostov dominaba, pero no creaba ocasiones claras. Los minutos se consumían, el fútbol ya se había ido del estadio. Mourinho hizo dos cambios en el descuento, el empate sabía a victoria. El desenlace, en Old Trafford.