Que los quarterbacks de draft empiecen a llorar desconsolados
Viendo cómo se está moviendo el mercado, no parece que muchos equipos lleguen al draft con la necesidad imperiosa de elegir un quarterback arriba como sea.
Me imagino a Mitch Trubisky, DeShone Kizer, Pat Mahomes, Deshaun Watson y Davis Webb llorando desconsoladamente en sus casas, mientras ven como todos los equipos que necesitan quarterback, enloquecidos, buscan su pasador titular en la agencia libre o en un intercambio, y sacan la chequera sin complejos para pagar sin medida a individuos sospechosos.
Para hacer un resumen, hace dos semanas la mayoría pensábamos que los equipos necesitados eran los siguientes:
Chicago Bears: ¿Hay vida después de Cutler?
Buffalo Bills: ¿De verdad seguirían un año más con Tyrod Taylor?
New York Jets: ¿volverían a hacer una locura como el año pasado con Fitzpatrick?
Cleveland Browns: ¿se fían de Robert Griffin III y Cody Kessler?
Houston Texans: ¿a dónde van con Brock Osweilier?
Washington Redskins: ¿qué pasa con Cousins?
San Francisco 49ers: ¿redescubrirán el placer de jugar con quarterback?
Denver Broncos: ¿resucitará el aire montaraz de Denver a Romo como hizo con Manning?
Chicago Bears
Quince días después, parece que el número de equipos necesitados se reduce peligrosamente. Para empezar, los Bears, cuya tercera elección global parecía destinada inevitablemente a elegir un quarterback, han despedido a Jay Cutler, como se preveía, y han fichado a Mike Glennon con un contrato de tres temporadas y 15 millones por año (45 totales, 19 de ellos garantizados). Visto el mercado hace doce meses, parece un contrato demasiado caro para un quarterback suplente y barato para un titular. Algo así como “quiero tener cubierta la posición, pero no me fio mucho”. El simpático pasador, que se ha ganado el corazón de los aficionados de Tampa durante cuatro años con su figura de gigante espigado y cara de escoces despistado, ha jugado hasta ahora 18 partidos como titular y, sinceramente, ni fu ni fa, sino todo lo contrario. Posiblemente sería el hijo que muchos querrían tener, o incluso el quarterback suplente con el que casi todos sueñan, pero parece poca cosa para conducir un ataque durante toda una temporada. Por eso, sospecho que ese fichaje no impedirá que los Bears sigan usando sus pick 3 para elegir un quarterback, que será barato con la tabla salarial del draft, y que podría entrar como titular en cuanto estuviera listo sin que a Glennon le importe demasiado, mientras vuelve a darle una mirada incrédula a su contrato y se carcajea solo de pensarlo.
Buffalo Bills
Los Bills se ha autoexcluido de la carrera después de reestructurar el contrato de Tyrod Taylor, lo que ha provocado división de opiniones en la parroquia de Buffalo. El quarterback, rey de los highlights, pero no tan brillante a la hora de mover las cadenas con seguridad, sigue pareciendo un diamante sin pulir a algunos analistas y eso parece haber decidido a la franquicia. El acuerdo deja atadas a ambas partes con letras de sangre en 2017 y 2018: 30,5 millones en los próximos dos años, con 15,5 garantizados.
New York Jets
Los Jets han sonado una y otra vez con intercambios peregrinos en busca de su quarterback. La penúltima bomba de redes sociales aseguraba que estaban dispuestos a enviar a Sheldon Richardson (DE) a Cincinnati a cambio de McCarron. Visto que ambos equipos han empezado la pre agencia libre empeñados en autodestruirse hasta los cimientos, no sería raro que algo así pudiera suceder. De todos modos, seguro que es más sensato suponer que los Jets puedan invertir su pick 6 en un quarterback novato mientras dejan que los Bengals se flagelen solitos. Aunque visto lo visto, será difícil que Todd Bowles sobreviva otra temporada más si tiene que fiar su futuro a uno de los novatos sospechosos que aspiran a ser elegidos en primera ronda del draft. Por si acaso, también suena insistentemente que podrían fichar a Cutler para el menos tener cubiertas las espaldas… O incluso a Siemian en una operación a varias bandas.
Cleveland Browns
Los Brown siguen agazapados, sin decir “esta boca es mía” mientras Hue Jackson asegura que ha analizado a fondo a todos los quarterbacks presentes y futuros, y que quiere dejar resuelto el problema de la posición en las próximas semanas. Sin embargo, después de que en algún momento sonara Garoppolo (en esta agencia libre Garoppolo suena más que Michel), cada vez hay más sospechas de que, salvo que se ponga a tiro un chollo, Kessler y Griffin tendrán una nueva oportunidad y Cleveland reforzará el resto del equipo. Pese a todo, el pick 12 global, y sobre todo el 33 o el 52, podrán ir destinados a un quarterback si el novato favorito de Jackson está disponible.
Houston Texans
Los Texans siguen sin decir ni mú, quizá conmocionados aún cada vez que miran su plantilla y ven que el primer nombre es Osweiler, y que este año les va a costar 19 millones si se lo quedan y 25 si le cortan. Así que mientras se toman cucharadas de paquete al grito de “esta por papá y ésta por mamá”, dejadme que siga sospechando que según vayan avanzando los días lanzarán un órdago por Garoppolo con el pick 57 del draft, o incluso por el pick 25 si no tienen más remedio.
Washington Redskins
Más peliaguda es la situación de Washington, donde Cousins se niega a firmar el tag de jugador franquicia y, según ha trascendido, incluso ha hablado directamente con Dan Snyder, propietario del equipo, pidiéndole que le deje marchar. La ruptura de relaciones entre jugador y franquicia ha quedado además amplificada por los problemas del general manager, Scot McCloughan, que lleva sin aparecer por las oficinas desde el 20 de febrero y podría ser despedido en las últimas semanas. Cousins quiere ir a San Francisco y parece que Kyle Sahanahan lo quiere con él como sea. Ahora queda por saber en qué consiste ese ‘como sea’ y si, una vez llegado el posible acuerdo, los Redskins buscarán quarterback en el draft con el pick que les pueda llegar, entrarán en la puja por Garoppolo (por Romo es imposible por imposición de Jerry Jones), o se resignarán a sobrevivir con lo poco que queda en la agencia libre, llámese Cutler (recién cortado esta tarde de jueves), Fitzpatrick, Foles o Johnny Manziel (es broma). Aunque no lo parezca, quizá sea el equipo con una situación más comprometida, y más obligado a pescar a la desesperada en el draft.
San Francisco 49ers
Ya que hablamos de San Francisco, Kyle Shanahan se ha cubierto las espaldas contratando a Bryan Hoyer, que ya estuvo bajo su mando en Cleveland en 2014. El contrato a Hoyer es más bien de jugador suplente: dos años y 12 millones, diez de ellos garantizados, además de otros 6 millones por incentivos. Shanahan ha dejado muy claro que de entrada lo quiere como suplente, lo que ha reforzado la sensación de que tiene en el punto de mira a Cousins y que no parará hasta conseguirlo. La duda es si, viendo la desesperación de Washington, podrá conseguirlo por su pick 34 global, o incluso podrá ponerse chulo y proponer el pick 66 como moneda de cambio. Todo dependerá de cómo evolucionen las cosas en los Redskins en los próximos días, aunque por ahora están dedicados básicamente a intentar cerrar los agujeros que se abren en el casco sin parar.
Denver Broncos
Por último están los Broncos, que parecen a gusto con Siemian, y que estarán más a gusto con Romo, que podría firmar un contrato por partidos jugados según todos los rumores, o incluso con un intercambio con los Cowboys según se comentan en las últimas horas (lo que parece imposible con el margen que Dallas tiene contra el cap). Si no hubiera opción de hacerse con Romo, y tras gastar su primera ronda en Lynch el año pasado, difícilmente entrarían en pujas por algún quarterback novato.
Visto lo visto, ¿qué les queda a Mitch Trubisky, DeShone Kizer, Pat Mahomes, Deshaun Watson o Davis Webb, flamantes quarterbacks novatos estrella del próximo draft? Llorar desconsoladamente porque, aparentemente, este año nadie está dispuesto a hacer demasiadas locuras para cubrir el agujero… y menos sabiendo que en 2018 habrá rookies mucho más jugosos.