Monguí, una pequeña ciudad que vive de fabricar balones
Un soldado llevó a la ciudad la técnica desde Brasil hace casi un siglo. Mongui es uno de los diecisiete pueblos patrimonio de Colombia.
Recorriendo los paisajes ondulados de las montañas de Monguí, en la región central de Colombia, se llega al pueblo de Monguí. Una pequeña y encantadora ciudad de menos de 5.000 habitantes que es uno de los tan sólo 17 pueblos patrimonio del país, con sus calles empedradas y casas coloniales. Pero no es sólo su riqueza arquitectónica, histórica y cultural lo que llama la atención de los viajeros. Con casitas de paredes blancas y verdes, techos de tejas y balcones floridos, Monguí atrae turistas en medio de la cordillera oriental, pero el paseo no está completo sin presenciar cómo se hace un balón. En prácticamente cada una de las casas, puertas, balcones y esquinas hay una pelota colgada o dibujada.
Este municipio del oriente de la región de Boyacá se convirtió en el mayor productor de balones del país: hay más de veinte fábricas que manufacturan cerca de medio millón de balones al año. Del negocio de la pelota viven alrededor de un cuarto de la población local, una tradición que llegó desde Brasil en los años 1930 y que sigue viva hasta los días actuales.
Las atracciones del pueblo están en su plaza central. De un lado la Basílica de Nuestra Señora de Monguí, de estilo románico y levantada en piedra de sillería entre 1694 y 1760, está considerada un tesoro arquitectónico de Latinoamérica. En el otro extremo, en una casona blanca de balcones verdes, está el Museo del Balón, gestionado por Edgar Ladino, sobrino del soldado que vio cómo se cosían los balones en una prisión en el Amazonas, cuando prestaba servicio en la frontera con Brasil. Al regresar, enseñó las técnicas a familiares y comenzó la tradición que desde entonces mueve todo el pueblo. La relación con los balones es tan arraigada entre los habitantes del pueblo que hasta los chistes son parte de la cultura y el arte de hacer un esférico. “Monguí es el único lugar del mundo donde los hombres trabajan en pelotas y las mujeres en bolas” o “En Monguí, los cosedores de balones trabajan con tecnología de punta… de punta de aguja”.