Zidane no juega con fuego
Zidane se podrá equivocar en el planteamiento táctico de un partido y se podrá equivocar en sus cambios, incluso en sus palabras o en su análisis. Pero nadie le podrá pillar por sorpresa ni él caerá en la trampa que puede representar esta vuelta de octavos de final de la Champions League. Y mucho menos en este país llamado Italia, donde el Zizou jugador aprendió, a lo largo de cinco años, lo que es el fútbol de alto nivel y lo que significa la competitividad. El entrenador del Madrid lo tuvo muy claro nada más terminar el encuentro de ida en el Santiago Bernabéu y así lo confesó a su gente de confianza en el secreto de Valdebebas. Zidane pensó desde el principio que la única forma de estar seguro de clasificarse para los cuartos de final de la Champions es ir a marcar y a ganar en Nápoles.
Cualquier cálculo, cualquier juego (con fuego) pensando en el colchón que supone el buen resultado de la ida sería altamente peligroso. Y éste es el mensaje que el míster está transmitiendo a sus jugadores en las últimas horas. Incluso si hay que ser un poco pesado con este tema, lo será. En este sentido, Zidane opina que no haber metido uno o dos goles más hace tres semanas en la ida resulta, aunque parezca extraño, una ventaja para el Madrid. Porque es más fácil mantener la tensión competitiva de un grupo cuando sabes que el rival te puede eliminar con sólo dos goles que cuando piensas que ya está todo resuelto después del partido de ida. Hasta calificó el 3-1 del Bernabéu como el “resultado ideal” porque está en el punto de equilibrio entre una buena ventaja y la necesidad de pelear.