El Barcelona ante su gran asignatura pendiente
El mejor Barcelona jamás levantó una eliminatoria en plan épico. Mañana el equipo culé se enfrenta a su última frontera. La de la épica.
En la piel del Madrid. Acostumbrado a una superioridad futbolística que le hacía mirar por encima del hombro las llamadas a la épica del Real Madrid en momentos comprometidos, el Barcelona se encuentra a 24 horas de cambiar el fútbol por la épica para remontar el 4-0 de París. Una derrota desastrosa que parece claro que no puede levantarse únicamente a base de juego. Mañana tiene que salir todo bien más allá de lo futbolístico y el Barça hace mucho tiempo que no se ve en una tesitura así. La última actuación del equipo y el momento de Messi y Neymar han encendido una llama que parecía apagada y el barcelonismo vuelve a creer en el milagro ante el PSG. El Barça afronta la única asignatura pendiente que le queda por aprobar en esta era: la de una remontada histórica.
Un concepto olvidado. ‘La noche mágica’ es un concepto antiguo en el barcelonismo. Hace tiempo que el aficionado culé no vive noches que fueron memorables hace décadas. La remontada ante el Anderlecht, el Ipswich o el Göteborg quedan en la memoria de los mayores y muy poca gente que acuda al estadio las recordará. En esos casos, además, el resultado a levantar era un 3-0. Ese cuarto gol del PSG descabalga cualquier precedente. Luego, ha habido partidos memorables con goleada en el Camp Nou ante rivales remarcables. Del Madrid de Mou o el Dinamo de Kiev al Bayern pasando por el Olympique o el Arsenal. Pero el Barça jamás se ha enfrentado a una situación como esta con éxito. El precedente más claro es la semifinal ante el Bayern hace cuatro temporadas y ese día el Barça dimitió antes de empezar.
Estado de ánimo. El barcelonismo que hace tres semanas no daba un duro por su equipo tras el varapalo del Parque de los Príncipes llenará el Camp Nou mañana. Nadie quiere perderse lo que puede ser una noche histórica y se da la circunstancia que se ha generado un estado de ánimo en el que nadie quiere dejar la posibilidad de decir “yo estuve ahí”. De ahí a asegurar que la afición confía en la remontada va un trecho, pero que el entorno ha pasado de un estado de resignación a decretar el estado de optimismo, es un hecho.
La Liga, en el horizonte. Siendo pragmáticos, dentro del Barcelona se ve este partido como una oportunidad pintiparada para coger confianza de cara a la Liga. Más allá de que se pase o no la eliminatoria, una buena actuación serviría para cargar las pilas de un equipo que sigue aspirando a la Liga En el vestuario blaugrana se resisten a asumir públicamente que la Champions está perdida, pero nadie baja la guardia ante la opción de ganar la Liga. Puestos a optimizar recursos, el encuentro ante el PSG debe de ser una inyección de confianza de cara a la Liga, en la que el Barcelona depende de sí mismo. Lo que está claro es que el Barça se enfrenta a una situación nueva. Una asignatura pendiente.
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