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El tercer tiempo

Llamada de Dios

Curiosa instancia del ‘10’ del Barça, Dios para los aficionados culés. Después de su hermoso gol histórico (los hizo más bellos, pero este los resumió todos) ante el Celta agarró la mano derecha, se la puso al oído e hizo, muy serio, un gesto como de Ronaldinho. Temblaron las redes con especulaciones. Simplemente estaba preguntándole a sus parientes por un sobrino que no le respondió desde mediodía.

Fútbol transparente

Las redes querrían que el fútbol fuera transparente, que se emita hasta el suspiro. Ese gesto de Messi se hará viral, y aunque diga que fue simplemente una urgencia familiar (leve) la que estaba poniendo de manifiesto, hubo especulaciones de todo tipo. Al fútbol hace rato que le llegó la posverdad. Es más verdad lo que se repite como tal aunque sea mentira. Fuera del estadio el fútbol prosigue como rumor o como cháchara.

Reír y agradecer

Lo que vale en el fútbol es lo que pasa en el campo. Ante el Eibar el Madrid trataba de consolidar su moral alineando a los jóvenes de su plantilla. Y halló tal grado de compenetración en los chicos que parecía que hasta Benzema había nacido con ellos. La risa de gratitud de Asensio cuando marcó su gol (siete meses más tarde) es una expresión de lo que significa para estos chicos que Zidane los reclame.

Mirada de Cristiano

Antes, cuando faltaba Cristiano, era como si en el equipo hubiera un vacío. Zidane ha conseguido que pueda quedarse en casa sin que se genere una tormenta. Hubo vacío, sin más ruido. ¿El Madrid se prepara para una nueva era? Sonreía Isco, James reía, Benzema contento... Las tormentas (en este equipo) duran lo que duran serias las caras de los protagonistas.

Cara de derrota

Se disiparon las caras de derrota en la cúpula de LaLiga. El Barça jugó mejor que nunca… Nunca en el fútbol es anteayer, no se engañen. El gol de Neymar debe guardarse en una cajita y esparcirlo en el área del PSG el miércoles. Dice eso Fontanarrosa, el genial rosarino: se aprende en la derrota…, pero ganar es mejor. Te alivia la cara, te aligera los músculos. Te recuerda cómo ganar. Ahora sonríe hasta Umtiti. Y ríe James.

El palomar

Pero había que mirar al palomar en el que estaba Mendilibar mientras su equipo se entregaba al Madrid. Raro sitio, esa soledad, para un expulsado. Esa mirada sin consuelo se repetía en Lucas Alcaraz; Mel hundía más al Sporting… Los que arañan el descenso mascan el chicle de la incertidumbre. Se aprende en la derrota…, pero qué alivio da ganar. El heroico Betis es una metáfora del desespero de perder.

Gol en francés

El Atlético tiene la bendición francesa. Kevin Gameiro, Antoine Griezmann. El jugador del bigotito. Hay otro bigotito en LaLiga, el de Roque de la Unión Deportiva. En el partido de ruleta rusa de Gran Canaria, Roque se estrenó como goleador. Su equipo sufrió un rato. Osasuna no está para actos heroicos y perdió con oprobio. Pena. Ver perder es intolerable cuando ves caer al equipo de golpe, como fulminado.

Ganar para perder

Más espectacular es la caída del Valencia. Vence al Madrid. Y en seguida vuelve a caer, el virus triste de perder. Su derrota en el Calderón es otra rotura en su historia. La UD parecía signada por esa maldición: empató con el Madrid, padeció ante Osasuna, goleó luego. Vamos a ver cosas así en LaLiga. A ver qué dice el Sevilla. De ese equipo y de Sampaoli depende el humor de las alturas.