Bellew finalizó la guerra con Haye con un bombazo
Gran combate entre Bellew y Haye que acabó con la toalla volando en el undécimo asalto. Bellew supo esquivar bien a su rival y aprovechar sus oportunidades.
Tony Bellew y David Haye opositaron para ser los grandes antagonistas del año. Ambos mantuvieron una guerra durante meses que trasladaron al ring del O2 Arena de Londres. El combate tuvo de todo, pero sobre todo dejó de relieve la gran inteligencia de Tony Bellew. El ‘Bombardero’ supo desquiciar a su rival, que llegaba más encendido al combate, y aprovechó su momento. A punto estuvo de cerrar el combate en el octavo asalto, pero Haye aguantó. Lo hizo poco después, en el undécimo, cuando tras una durísima derecha envió fuera del ring y la esquina de Haye tiró la toalla.
Bellew sabía que sus posibilidades pasaban por alargar la pelea y para ello trabajó. El ‘Bombardero’ dio una clase de como esquivar golpes, pero también de como encajarlos. Haye salió encabritado en el primer asalto y le pasó factura, porque a la contra Bellew lo ganó. Haye bajó el pistón y fue sumando asaltos, conectando duros golpes, hasta el sexto donde el devenir del combate cambió. Bellew dio un paso adelante, buscó el cruce y se llevó un cabezazo. Se fue al suelo, pero no hubo cuenta. La acción encendió a Bellew, que se fue a por su rival
Un brillante intercambio de golpes comenzó. Ambos intercambiaron metralla y hasta en tres ocasiones Haye se fue al suelo. Sólo contó la última, las otras fueron resbalones que acabaron lesionando a ‘Hayemaker’ en su tobillo derecho. Haye se fue tambaleando a la esquina, pero resistió. A duras penas lo hizo también en el séptimo. Bellew dio todo, el KO sobrevolaba el pabellón y no se guardó nada. Lo acabó pagando.
Haye cojo y Bellew desfondado resistían a la espera de acabar el combate antes del límite. Haye se fue rehaciendo poco a poco y llegaba con más peligro, pero todo estaba muy abierto. Durante un intercambio Haye se agachó, no se cubrió bien y Bellew lanzó un crochet de derechas que lo sacó del ring. Intentó volver, pero su esquina lanzó la toalla al aire. Bellew se había llevado la batalla. Rápidamente acudió a la esquina de su rival, Bellew ganó y enterró el hacha de guerra. Ante todo, caballeros.
Gago da la cara ante un Selby imperial
Andoni Gago viajó a Londres con la intención de hacer un buen papel y mostrar sus cualidades. La victoria se planteaba difícil, pero prometía dar guerra. Lo hizo, pero acabó cayendo por KO en el noveno asalto ante un Lee Selby que rozó la perfección. El ‘Machito’ se fue al suelo en el primer asalto, pero aguantó con sus armas: el ritmo y la constancia. Selby aprovechó su mayor altura para lanzar el jab una y otra vez, movimiento que gracias a su gran rapidez no dejó sentirse cómodo al vasco. Gago acortaba la distancia y metía ritmo, pero Selby seguía dominando y conectando manos, sobre todo con el upper, golpe que más rendimiento le dio.
En el sexto asalto Gago tuvo un descuido y el galés le hizo daño, le tuvo contra las cuerdas, pero el ‘Machito’ demostró que es un guerrero, se recuperó y volvió a dar guerra. Selby perseguía el KO, Gago se resistía. Así marchaba el combate hasta el octavo asalto, cuando el campeón mundial del peso pluma conectó una gran combinación en el rostro del español. Gago quedó tocado, pero la campana le salvó. El minuto de descanso no fue suficiente y aunque lo intentó Selby le volvió a cazar y puso fin al combate en el noveno asalto. Gago quería hacer un buen papel, lo hizo. Demostró que su nivel sigue en aumento, pero Selby dejo claro que está un paso por encima del español.
En el resto de la velada, destacar la victoria por KO de Sam Eggington sobre Paul Malignaggi. Ambos brindaron un gran espectáculo, dejando grandes espectáculos. El combate fue vistoso, pero Egginton era ligeramente superior. En el noveno asaltó el inglés encontró una buena izquierda al hígado de Malignaggi que le dejó KO y el dio el cinturón Intercontinental WBC del peso wélter. Además, el prospecto inglés, Ohara Davies, ganó el cinturón Silver WBC del superligero al noquear a Derry Mathews.