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Minnesota Vikings

Los Vikings miran al futuro sin esperar a Teddy Bridgewater

El fracaso de la pasada temporada, llena de desgracias, ha sumido a la franquicia en la depresión, pero siguen estando a muy pocas piezas de ser aspirantes al anillo.

MINNEAPOLIS, MN - AUGUST 28: Teddy Bridgewater #5 of the Minnesota Vikings warms up before the game against the San Diego Chargers on August 28, 2016 at US Bank Stadium in Minneapolis, Minnesota.   Hannah Foslien/Getty Images/AFP
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Hannah FoslienAFP

Hoy se ha confirmado una noticia que todos sospechábamos: sigue sin haber fecha de regreso de Teddy Bridgewater con los Vikings. Rick Spielman, general manager del equipo, afirmó en PFT Live que no saben cuándo podrá volver y que ni siquiera se puede especular con una fecha: “Teddy está trabajando duro para volver, pero no hay fecha. No creo que se puedan poner plazos para una lesión de este tipo. Cada jugador se recupera a un ritmo diferente. Pero sé que está haciendo todo lo que puede y nuestro equipo médico está intentando acelerar el proceso todo lo posible. Conociendo a Teddy y su carácter, hará todo lo posible para volver a jugar. Pero la fecha es una incógnita”.

De entrada, parece que la noticia es que no hay noticia. La recuperación del jugador sigue estando protegida por un velo de silencio y en todo el año no han trascendido más que rumores surgidos de fuentes no demasiado fiables. Sin embargo, llama la atención que Spielman siempre se refiera al esfuerzo del jugador por volver a jugar, con lo que ni siquiera da por seguro que vuelva a pisar un emparrillado. Así de grave fue su lesión de rodilla.

Lo que en un principio fue un drama resuelto con habilidad con el fichaje de Bradford, y un comienzo de temporada esperanzador con cinco victorias consecutivas, terminó por convertirse en una pesadilla con Peterson lesionado, la línea ofensiva derrumbándose y Sam Bradford completando sin parar pases cortitos e inofensivos, pero incapaz de mover el ataque con un mínimo de peligro, ambición o sentido incisivo.

Un arranque por debajo del radar

Eso ha provocado que los Vikings hayan llegado a la offseason 2017 por debajo del radar y arrastrando aún la depresión por lo sucedido en los últimos meses. Como si su oportunidad para escalar hacia el anillo hubiera pasado de largo. Sin embargo, independientemente de lo que suceda con Bridgewater, y pese a no tener elección de primera ronda (pick 15), que viajará directamente a Filadelfia como parte del acuerdo del traspaso de Bradford, los Vikings no están demasiado lejos de volver a ser favoritos en la NFL en 2017.

No vamos a entrar en el inframundo de la lesiones en un equipo en el que hasta Mike Zimmer, su entrenador principal, sigue viviendo un rosario de operaciones para recuperar el ojo que se dañó en aquel nefasto Monday Night Football contra los Bears que significó el principio del fin. En Minnesota están resignados a que si algo puede salir mal, casi siempre sale peor, pero insisto, vamos a suponer que el año que viene sufren un número normal de lesiones, y no son atropellados por otra epidemia planetaria.

La defensa seguirá siendo temible

Este año los Vikings han resuelto los problemas que pudieran tener contra el cap con el corte de Peterson, que no les deja dinero muerto y les ha devuelto 18 jugosos millones. Además, Bridgewater tiene pendiente su último año de contrato de rookie y Bradford el último año del contrato que los Vikings heredaron de los Eagles. Ninguno de los dos será un problema y habrá tiempo durante los próximos meses para negociar lo que haga falta. También hay que recordar que la columna vertebral de su defensa queda intacta y no hay grandes renovaciones pendientes. De toda la lista de posibles agentes libres de la defensa, solo deberían centrarse de Captain Munnerly.

Eso significa que la única gran preocupación de los Vikings es construir su línea ofensiva y su backfield. Creo que incluso las dudas de su grupo de receptores vienen más por el fiasco que ha significado Laquion Treadwell, elegido en primera ronda en 2016 aunque nadie le haya visto jugar todavía, y a la ausencia de pases incisivos. Stefon Diggs y Adam Thielen jugaron a un nivel extraordinario y Kyle Rudolph volvió a parecer un tight end élite en cuanto le respetaron las lesiones. Thielen es agente libre restringido pero será complicado que no siga en el equipo. Cordalle Patterson también es agente libre, pero su baja tampoco sería un gran dolor de cabeza para el equipo salvo por sus retornos.

¿Y si llegara Tony Romo?

Quizá podamos poner un interrogante sobre Sam Bradford. Aunque todavía no es un clamor, ya he leído en varias partes que Minnesota podría ser un buen destino para Tony Romo previo corte de Bradford, que no dejaría dinero muerto. La idea no es mala, pero viendo el historial de lesiones de Romo y de los Vikings, parece tentar demasiado la suerte. Además, Bradford no hizo una mala temporada en 2016. Más bien hizo una temporada vulgar, sin apenas detalles brillantes. Se limitó a completar pases sencillos sin meterse en líos. No parece peregrino pensar que si el año que viene, ya asentado en el sistema, tiene mejor protección en la línea y un buen backfield que haga creíble el juego de carrera, Bradford pueda ser mucho más incisivo y demostrar su auténtico potencial. De hecho, nadie le cuestiona en el equipo. Incluso Spielman repite una y otra vez que no se arrepiente de su fichaje, y que lo haría de nuevo.

Por todo lo anterior, el equipo tiene ahora dos prioridades. La primera es reconstruir una línea ofensiva nefasta. Lo bueno es que la mayoría de sus titulares son agentes libres y no tendrán que preocuparse por renovarles porque son muy malos: Matt Kalil, Mike Harris, Brandon Fusco, Andre Smith, Jake Long... Incluso Joe Berger, su center aún aprovechable, está en el mercado con 35 años y ya es parte del pasado. Lo normal sería que solo Alex Boone, que es buenísimo, siguiera en la línea ofensiva de todos los titulares en 2016. Aunque ese sería otro gran problema, porque las líneas ofensivas necesitan asentarse para alcanzar su cénit de juego y el equipo no puede permitirse un periodo largo de adaptación si quiere entrar en playoffs.

¿Y si volviera Peterson?

La segunda prioridad será reconstruir el backfield. Asiata y Zach Line son agentes libres y a nadie le importa demasiado, aunque el fullback sí sería más que aprovechable si llegara un corredor de verdad. La agencia libre va a estar plagada de ilustres veteranos y en el draft sí parece haber suficiente profundidad para encontrar un mirlo blanco. Esperemos que Spielman tenga más puntería con ese futuro corredor de la que tuvo con Treadwell, y sin descartar, como se ha rumoreado, que si Peterson no consigue una oferta que le satisfaga en la agencia libre, pudiera volver a su casa de siempre con un contrato mucho más asumible.

Los Vikings seguirán teniendo defensa de equipo campeón. Su quarterback puede dar mucho más que en 2016 y su grupo de receptores solo necesita profundidad. Aunque sigan bajo el radar, están a un buen corredor y a una línea ofensiva de verdad de ser aspirantes al anillo… aunque casi nadie se lo crea.