Un espléndido Ricky comanda a los Wolves en la toma de Utah

Los Minnesota Timberwolves tomaron Utah casi dos años después. La última vez que lo consiguieron fue el pasado 23 de marzo de 2015 y necesitaron una prórroga para ello. Ese día, Ricky Rubio no estuvo en cancha por esa lesión en el tobillo izquierdo que le hizo perderse el final de la temporada y el Eurobasket de 2015. Pero esta madrugada si que estaba y con él a los mandos, el equipo de Tom Thibodeau ganó a los Jazz (80-107), cortó una racha de cinco derrota consecutivas contra ellos y continúa con el sueño de clasificarse para los playoffs 12 cursos después. Ahora, son décimos a tres partidos de Denver Nuggets, la línea divisoria. ¿Difícil? Sí. Y bastante. Pero aún quedan 20 encuentros por disputarse. 

La franquicia de Minneapolis venció, además, como nadie se esperaba: con contundencia, sin muchas dificultades y destrozando a unos endebles Jazz, que tan pronto cogen ritmo como se desmoronan concatenando dos o tres derrotas consecutivas. El balance de tres victorias en los últimos ocho partidos no es dramático, pero si un toque de atención con Memphis Grizzlies y Oklahoma City Thunder revoloteando por detrás a un partido y un partido y medio, respectivamente. Los Wolves ganaron, como decíamos, sin perder el control del marcador desde el 2-0 inicial y con solo un susto en el segundo cuarto tras un 10-0 de parcial que dejaba el marcador en un apretado e ilusorio 26-27 (7:09). Entonces entró de nuevo en pista Ricky Rubio y todo volvió a su cauce. A la normalidad que da en estos momentos del curso el base español porque está soberbio.

Con él en cancha, su equipo hizo un +29 (el segundo tras el +32 de Wiggins) y endosó un parcial 5-14 en siete minutos (35-51) que fue definitivo con la apertura del tercer cuarto: 39-61 (7:56). Ahí se acabó el duelo, y Ricky ya había hecho su labor. El base acabó con 11 puntos, 9 asistencias (una maravillosa a Muhammad tras robo), 6 rebotes y ese +29 que lo dice todo. "Cambié el chip y puedo decir que estoy haciendo mi mejor baloncesto", comentó hace unos días Rubio a EFE. Y es cierto. Promedia 10,9 tantos y 10,9 pases de canasta en la última decena de duelos, medias muy por encima de las de este campaña (9,1 y 8,6).

Ese gran momento está repercutiendo en los resultados de Minnesota, que ha ganado cuatro de sus últimos cinco encuentros con la defensa como clave. En cada una de esas victorias, los rivales no han superado los 100 puntos, y en las últimas cinco, la media de tantos recibidos está en 88. Solo Denver superó la barrera de los 90. Esa es la idea que Thibs siempre tiene en mente. La puso en marcha primero en Boston y luego en Chicago. Parece que ha calado entre sus chicos. ¿Será para quedarse? Veremos.

Lo que si está claro, es que con Wiggins y Towns la anotación no será un problema. El primero consiguió 20 puntos, convirtiéndose en el primer jugador en la historia en la franquicia en lograr 20 o más en 19 partidos consecutivos. Por su parte, el internacional dominicano logró su 46ª doble-doble del curso gracias a su 21 tantos (16ª seguido con 20 o más) y 15 rebotes. Mucha dinamita ofensiva que no pudieron contrarrestar ni un Gobert (9) con problemas de faltas muy pronto, ni Favors (10) ni Hayward (13).