Antonio Brown será el receptor mejor pagado de la NFL

Antonio Brown podrá tomar clases de baile, comprar un teléfono celular con cámara de alta definición para sus transmisiones en vivo y pagar todas las multas que se deriven de esto. Esa es la ventaja de ser el receptor mejor pagado de la NFL.

Los Steelers cumplieron lo prometido al ofrecerle a Brown el mejor contrato para un receptor en la historia como parte de su intención por tener a AB el resto de su carrera en la Ciudad del Acero. El pacto es, nominalmente como todo en esta liga, una extensión por cuatro años a cambio de 68 millones de verdes.

Eso representa un promedio de 17 millones anuales por cuatro años, es decir un poco más de un millón de dólares por partido de campaña regular, o 18.5 millones en las primeras tres temporadas, con lo que rompe el récord de cuentas bancarias para un receptor, que había establecido el ahora desaparecido Megatron.

De acuerdo con reportes de prensa, el contrato incluye un bono por firmar de 19 millones de dólares, dos bonos de roster por 6 millones (2018) y 2.5 millones (2019) y salarios de 7.875 millones (2018), 12.625 millones (2019), 11.3 millones (2020) y 12.5 millones (2021), cuando las manos más exuberantes de la liga tengan la tierna edad de 33 años.

Es prácticamente el último gran contrato que va a firmar Brown en su carrera, a menos que demuestre ser la reencarnación de Jerry Rice y pueda mantener sus redes sociales un poco más privadas. Es también, una recompensa a su rendimiento con el equipo, al conseguir al menos 106 recepciones y 1,284 yardas en cada una de las pasadas cuatro temporadas, lapso en el que sumó 43 touchdowns.

Si los Steelers consiguen una producción similar, entonces habrán hecho un buen negocio. El bemol en la situación es que es poco probable que esté recibiendo pases de Ben Roethlisberger hacia el final de su contrato, o incluso al principio si mantiene las dudas sobre su retiro. Entonces, con otro quarterback bajo el centro y con edad más avanzada, es posible que el contrato no luzca tan atractivo, porque, bueno, ya saben, los quarterback franquicia no se dan en los árboles.

La familia Rooney y el gerente Kevin Colbert ya mostraron su compromiso con Brown y a cambio esperan recibir lo mismo por parte de AB, es decir, un poco más de madurez, un poco menos de Facebook y muchos bailes en la zona de touchdown.