Una nueva NFL comenzará tras el sexto anillo de Tom Brady

Me despierta una enorme admiración la persona de Thomas Edward Patrick Brady, Jr. Para muchos el mejor quarterback de la historia (GOAT). Pero más allá de sus maravillosos logros en el deporte del ovoide, admiro mucho su capacidad de sacrificio, su estilo de vida, su preciosa familia, su milagrosa dieta, su caballerosidad, la entereza con la que asumió el escándalo del deflategate, inspirado por las enseñanzas del chamán Don Miguel Ruiz en su libro “Los cuatro acuerdos”.

Brady es una figura que despierta admiración para los fans patriotas, pero también para sus rivales, quienes lo odian, pero lo respetan. Obviamente, los aficionados de los Dolphins, Jets o Bills no ven la hora de que se retire de una vez por todas. Pero lo curioso es que, con 39 años, hemos presenciado una de las mejores temporadas de su carrera y no vemos un ápice de declive en su juego. Es bien sabido que la caída de un quarterback llega de un día para otro. No avisa. Llega de sopetón. Vean los ejemplos de Dan Marino, Brett Favre o su archirrival Peyton Manning. Pero el caso de Brady, es especial. En unas declaraciones luego de ganar su quinto anillo, dijo tener fuerzas para seguir tres o cuatro años más. ¿Cómo puede ser? ¿Se imaginan a Brady jugando con 43 años? ¿Se lo imaginan dominando la conferencia americana con puño de hierro? Estoy convencido que algún seguidor de los Bills lo visiona perfectamente, y no le sorprendería para nada. ¡Pero, qué aburrido!! Una liga donde sabemos siempre quién es el favorito un año tras otro. Eso va en contra del espíritu de una competición donde existe draft y límite salarial.

Tom Brady confesó en una entrevista que cuando terminó el último Super Bowl su esposa, Gisele Bundchen, le pidió hasta en tres ocasiones que se retirase. Y la respuesta de él fue clara: "Ya lo siento, cariño, pero no".

Cuando todos los expertos de la NFL hagan sus apuestas para el próximo año no me cabe ninguna duda que la gran mayoría, por no decir todos, colocarán a los Patriots como campeones de la división este de la conferencia americana, y muchos como principal candidato para representar a la AFC en el Super Bowl. No importa que sean los últimos en elegir en el draft. No importa que pierdan a Dont'a Hightower, Martellus Bennett o Danny Amendola, todas saben que Bill Belichick saldrá con un as debajo de la manga y con los retazos de los demás equipos construirá un equipo campeón.

Por lo tanto, ¿Qué esperanzas le quedan al resto de las 31 franquicias?, pues muy sencillo: dejen que gane su sexto anillo. Dejen que cierre el círculo. Brady ganó en el 2001, pasó un año y ganó consecutivamente en el 2003 y 2004. Pasaron diez años para que volviera a ganar su cuarto anillo en el 2014 y nuevamente corrió un año y se proclamó campeón en el 2016. El círculo se cerraría con un anillo en el 2017. Ya no podría decirle “no” a Giselle. Ya no habría ninguna duda de quién es el mejor de la historia. Lo haría en lo más alto. Como las leyendas. Sin duda alguna, con otro anillo en el 2017, Brady se retirará, y por fin, las otras 31 franquicias respirarán tranquilas con la ruptura del dúo Brady-Belichick.