Dzeko decretó hace siete días que hoy habría vacaciones en Roma, así que el Villarreal lo ha asumido y planificó este jueves como un turista más (sigue el partido en directo en AS.com). Desayunará fuerte en el Parco dei Principi, sin descartar su lujoso spa, y se pondrá guapo para visitar al Papa en el Vaticano. Por el ardor cristiano, por si encuentra inspiración o para pedir un milagro. Jorge Mario Bergoglio es capaz de todo. Desde que guía a la Iglesia su San Lorenzo no hace más que volar. Después, a mediodía, el Submarino almorzará. Juega pronto (19:00). Y ya por la tarde, para bajar la pasta, tiene pensado acudir al Olímpico a entrenar en una jornada de puertas abiertas. Después del 0-4 de la ida nadie habla de remontada.
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Así, se espera poca tensión y rotaciones ante una grada despoblada (caben 72.300 almas). El Roma se mide en cuatro días al Inter y el Villarreal, al Madrid. Tan poca es la fe que Escribá alineará a hombres en rodaje (Bonera), meritorios (Rodri) y a descartes habituales (Andrés). Soldado, que vuelve, es la única bala fiable por su pasado. En la 2007-08 fue eliminado de blanco ante el Roma. Y eso no se olvida.
A pesar del pacífico panorama, el Roma no se fía. Aún recuerda que el Bayern le hizo siete goles hace tres años y que el Oporto le mandó a la Europa League este curso con un 0-3 en su única derrota en casa. Spalletti mezclará titulares relajados con suplentes en ebullición, y podría hacer otro regalo al Villarreal y a su afición: igual juega Totti. El diez es (afortunadamente) tan bueno y (desgraciadamente) tan veterano que ya disputó el Roma-Villarreal de 2004. Hace tres papas. No jugó la ida (como ahora) y fue el capitán en la vuelta (como se espera hoy). Su equipo ganó ese día (2-1), pero cayó. Esta vez no le importaría perder y pasar.
El Villarreal no estará sólo en el Olímpico y será arropado por unos 220 seguidores. Todos cerraron el viaje antes de conocer el abultado resultado de la ida (0-4) con la condición impuesta por los operadores de no poder cancelar gratuitamente. La mayoría llegará este mismo jueves a la capital italiana, aunque ayer ya hubo algunos hinchas que se adelantaron y dieron colorido (amarillo) a la ciudad.