La IAAF frena el “negocio” de las nacionalizaciones
La Federación Internacional de atletismo ha “congelado” todos los procesos de cambio de nacionalidad. El 89% de los olímpicos de Bahrein eran de origen africano.
Ruth Jebet, una keniana de Kapsabet, tenía 16 años y le llamó Bahrein. El país árabe se había fijado en su talento y le ofreció competir por su bandera. Aquello fue en 2013 y, en 2016, Ruth fue oro olímpico en 3.000 obstáculos. Recibió 500.000 dólares.
Como Jebet, más de una treintena de atletas de origen africano compitieron en Río con otros países, sobre todo con Bahrein y Turquía. Muchos con peor suerte que Jebet. La Federación Internacional (IAAF) quiere frenar en seco esos fichajes y los ha “congelado”, salvo 15 que ya están sellados. “El atletismo se basa en equipos nacionales y la legislación es muy vulnerable en este aspecto. El atleta queda desprotegido y puede ser víctima de abusos”, cuenta Sebastian Coe, presidente de la IAAF.
El histórico mediofondista se ha aliado en esta cruzada con Hamad Kalkaba Malboum, representante de África en la IAAF, que explica: “Hay un mercado de atletas africanos que se ofrecen al mejor postor. Esto va en detrimento del deportista, en ocasiones menor de edad, que no sabe las consecuencias de perder la nacionalidad de su país. A veces sólo reciben el pasaporte de la nación de destino y al fin de su carrera son ciudadanos sin futuro”. El 89% de los atletas de Bahrein en Río eran de origen africano y el 100% de los que compitieron en los Mundiales.
En Europa, la situación se vive con Turquía, con el 53,2% de sus olímpicos de origen foráneo, y con seis medallas en los Continentales de Amsterdam con nacidos en Kenia, que, además, cambiaron su nombre (Aras Kaya, Ali Kaya, Arikan, Ozbilen y Can). También tienen jamaicanos.
En España, eran nacionalizados el 22,9% de los que compitieron en Río y el 16,9% de los que fueron a los Europeos, pero Chapado añade: “Nuestros casos son más naturales, vienen buscando una vida mejor o son hijos de inmigrantes. Incluso los de carta de naturaleza están varios años aquí. Es diferente a dar un pasaporte por la vía rápida. Este asunto tiene difícil solución”.