España como padre fundador de la Liga MX
Clubes españoles como el Asturias, el España y el Aurrerá, sin olvidar a la selección de Euskadi, forjaron los cimientos del fútbol profesional en México.
El campeonísimo León de los 50. Las Chivas de los 60. "La Máquina" cementera de los 70. "Las Águilas" de los 80. El Necaxa y el Toluca de los 90. Los mitos del fútbol mexicano, sus leyendas, sus crónicas, no podrían haber ocurrido sin España. La España de los refugiados, la España que se desbocaba en un México de brazos abiertos; la Ciudad que quería parecerse a Madrid y a símil bautizaba sus calles y parques. España y México, unidas perpetuamente. Y aún más desde el fútbol.
El fútbol en México nació en el contexto de la pre-revolución y el maduro Porfiriato. Un país en vías de la industrialización, en perenne tensión entre su campo y su ciudad; un país tan minero como agricultor. El ansia porfirista de impulsar la innovación tecnológica en el país atrajo a inmigrantes europeos para copar fábricas y minas a lo largo y ancho del territorio mexicano. De España llegaban los más, atraídos por el idioma y por la oportunidad de desarrollarse; relató Julio Mayo, fotógrafo exiliado, a España Exterior que las profesiones que tocaban tierra en México eran, mayoritariamente, periodistas, catedráticos y doctores, aunque también habían obreros y campesinos.
Las dictaduras de Primo de Rivera y Francisco Franco y la guerra civil aumentaron el éxodo de españoles hacia México. Cuando desembarcaron en el país, notaron que su fútbol se había reflejado a 9,000 kilómetros de distancia: equipos como Asturias, España y Aurrerá ocupaban un lugar privilegiado en el sistema balompédico nacional. De hecho, los tres clubes mencionados fueron fundadores de la Federación Mexicana de Fútbol en el año 1922. Hasta entonces, el balompié en el país debía lidiar con un caos organizacional que conllevó la cancelación de varios campeonatos (Copa Tower, Liga Mexicana de Football Amateur) a causa de la falta de una cabeza visible, regulador.
Asturias, España y Aurrerá fueron fundados por inmigrantes españoles. El primero, por oriundos de la misma comunidad autónoma; el segundo, derivado de la escisión del Club San Pedro de los Pinos; y el último, por comerciantes asturianos y vascos que bautizaron al equipo con nombres de fábricas que los patrocinaban. A los tres clubes, padres fundadores de la Federación Mexicana, se les añadió la selección de Euskadi, que llegó a México a finales de los años 30. El motivo del desembarco del equipo fue, originalmente, un tour para recaudar fondos para el pueblo vasco, acosado por la guerra civil, pero tras la victoria del régimen de Franco, la escuadra optó por quedarse en el país y se inscribió en la Liga Mayor, antecedente directo de la Liga MX. Figuras como José Iraragorri, Guillermo Gorostiza (Athletic), Enrique Larrinaga (Racing de Santander), y sobre todo, Isidro Lángara (Real Oviedo), desfilaban por tal deslumbrante equipo que participó en la principal competición del país en la temporada 1938-1939.
El destino de todos los equipos españoles fue el mismo: la desaparición. El Asturias desapareció a medios de los 50 con cinco Copas México y con tantas ligas de Primera División como el Atlas, según el conteo oficial de la Federación, debido a la coronación en el primer campeonato profesional en 1943-1944; el Aurrerá se extinguió en 1931 y el España se despidió en 1950 con siete títulos de liga (uno profesional, en 44-45) y una Copa (43-44). ¿Y la selección de Euskadi de los 30? Se disipó tras su breve incursión de una temporada en la Liga Mayor, con un subcampeonato. Sin embargo, las cenizas de los clubes españoles en México forjaron la Liga MX que disfrutamos hoy en día.