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Camino del Super Bowl LI

Así será el Falcons vs Patriots según las estadísticas

Los dos mejores ataques de la NFL se verán las caras en un Super Bowl que se prevé explosivo, pero que puede tener muchos más matices de los esperados y un resultado muy ajustado.

FOXBORO, MA - JANUARY 22: Tom Brady #12 of the New England Patriots reacts during the first half against the Pittsburgh Steelers in the AFC Championship Game at Gillette Stadium on January 22, 2017 in Foxboro, Massachusetts.   Jim Rogash/Getty Images/AFP
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Jim RogashAFP

New England Patriots - Atlanta Falcons en vivo

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Por fin tenemos aquí el esperado Super Bowl (18:30 ET/17:30 MEX/00:30 ESP), el partido más importante del año en el deporte estadounidense y el acontecimiento deportivo anual con más seguimiento en todo el mundo. Y además, este año, si se cumplen los pronósticos, no será un choque difícil de digerir para los recién llegados. Todos los analistas auguran fuegos artificiales, pases larguísimos, espectáculo, taquicardias y una anotación altísima… ¿o quizá no? Dedicaré los siguientes párrafos a analizar las estadísticas más importantes, para convertirlas en una bola de cristal que nos revele los secretos de lo que pueda suceder.

Aquí no hay trampas sobre si se enfrenta el mejor ataque y la mejor defensa, y ese tipo de historias que inventamos año tras año para darle emoción al asunto. Los Falcons tienen el mejor ataque de toda la NFL. De calle. Un escándalo. Una máquina completamente letal. Hace muchos años que no se veía en la NFL una eficacia tal insultante en un ataque tan completo. Y Matt Ryan, su quartebasck, ha sido el mejor jugador del año en la NFL. MVP indiscutible. La repera. Pero lo mejor es que enfrente estará el segundo mejor ataque de toda la NFL. Con otra filosofía muy distinta. Mientras los Falcons son un bulldozer que se lleva todo por delante, los Patirots anotan menos puntos, e incluso sufren más pérdidas de balón, pero siempre encuentran la manera de meter el dedo en el ojo del rival, golpeándole si piedad donde más le duele. Además, ambos están entre los equipos con mejor balance de balones recuperados.

Números de Matt Ryan en el último partido: 27 de 38. 71,1% de completados. 392 yardas. 4 touchdowns. 139,4 de rating. 0 sacks. 10,3 yardas por intento. Números en la temporada: 4944 yardas, 38 touchdowns y 7 intercepciones; 69,9% de completados; 117,1 de rating, 37 sacks y 9,3 yardas por intento.

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Números de Tom Brady en el último partido: 32 de 42. 76,2% de completados. 384 yardas. 3 touchdowns. 127,5 de rating. 2 sacks. 7,55 yardas por intento. Números en la temporada: 3554 yardas, 28 touchdowns y 2 intercepciones; 67,4% de completados; 112,2 de rating, 15 sacks y 8,2 yardas por intento.

Si en el ataque global ambos equipos son los reyes de la NFL, en el aéreo revalidan su liderazgo. Y curiosamente ninguno de los dos está entre los equipos que más pases lanzan por partido, más bien al contrario. Sin embargo, donde ponen el ojo ponen la bala. Tanto su porcentaje de completados, como el número de yardas conseguidas por pase, son estratosféricos. Brady y Ryan no arriesgan, casi no lanzan intercepciones, y además nunca sueltan el balón a lo loco. El objetivo es no gastar balas y hacer daño en cada pase. Y vaya si lo consiguen. En todas las facetas tiene una ligera ventaja Atlanta excepto en el número de sacks. Ryan es cazado más veces por la defensa que Brady, que este año ha recibido una protección excepcional.

Receptores clave de Atlanta: Julio Jones (probable): 1409 yardas y 6 touchdowns; 17,0 yardas por recepción. Mohamed Sanu: 653 yardas y 4 touchdowns; 11,1 yardas por recepción. Taylor Gabriel: 579 yardas y 6 touchdowns; 16,5 yardas por recepción.

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Receptores clave de New England: Julian Edelman: 1284 yardas y 12 touchdowns; 12,1 yardas por recepción. Martellus Bennett: 701 yardas y 7 touchdowns; 12,7 yardas por recepción. Chris Hogan: 680 yardas y 4 touchdowns; 17,9 yardas por recepción. Malcolm Mitchell: 401 yardas y 4 touchdowns; 12,5 yardas por recepción.

Podría parecer que en ambos ataques domina la faceta aérea, pero nada más lejos de la realidad. Ambos están entre los equipos que mejor equilibran el porcentaje entre pases y carreras. Atlanta optimiza mucho mejor cada intento, y saca petróleo con sus 4,6 yardas por carrera, pero New England usa a Blount con mucha inteligencia, buscando descolocar a las defensas rivales, y no les importa golpear una y otra vez hasta tener éxito. El problema es que con Atlanta tal vez no les valga ese plan. Fallar en una serie ofensiva puede ser letal. Ambos equipos también son muy eficaces con sus pases a corredores salidos por sorpresa desde detrás del quarterback. Y son muy imaginativos con sus diseños de jugada.

Corredores clave de Atlanta: Devonta Freeman: 1079 yardas de carrera, 11 touchdowns y 4,8 yardas por intento. 462 yardas de recepción, 2 touchdowns y 8,6 yardas por intento. Tevin Coleman: 520 yardas de carrera, 8 touchdowns y 4,4 yardas por intento. 421 yardas de recepción, 3 touchdowns y 13,6 yardas por intento.

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Corredores clave de New England: LeGarrette Blount: 1161 yardas de carrera, 18 touchdowns y 3,9 yardas por intento. 38 yardas de recepción y 5,4 yardas por intento. Dion Lewis: 283 yardas de carrera y 4,4 yardas por intento. 94 yardas de recepción y 5,5 yardas por intento.

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Tanto unos como otros saben cómo salir de los atolladeros sin problemas. Tom Brady no solo ha sido el segundo mejor quarterback de la NFL completando terceros downs, también ha sido el tercero que más veces lo ha intentado. Es evidente que no tiene ningún problema para asumir presión y salir de casi cualquier atolladero. Matt Ryan, ‘Matty Ice’, también ha demostrado ser un hombre de hielo, pero, sobre todo, un asesino letal. Es el segundo que más primeros downs ha conseguido y, sin embargo, el que menos terceros downs ha necesitado para conseguirlos. El ataque de Atlanta es tan imparable que en la mayor parte de los casos se basta y se sobra con dos intentos para comenzar una nueva serie. Por último, los Falcons intentan muchos menos cuartos downs, sobre todo porque no lo necesitan, pero con una eficacia pasmosa.

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Después de ver lo bueno, buenísimo, toca analizar lo que no es para tanto. La defensa de Atlanta no está ni de lejos a la altura de su ataque. Cumplen porque son muy duros, porque juegan con intensidad, y porque su juventud augura que mejorarán en el futuro, pero hoy por hoy encajan muchos puntos y rara vez se convierten en factor. Por el contrario, la defensa de los Patriots es la que menos puntos encaja por partido de toda la NFL. Por eso, aunque juntando todas las estadísticas principales aparece en el ranking como la 16º, sobre todo por la falta de dureza de su calendario, y los pocos ataques élite a los que se ha enfrentado, para muchos analistas es buenísima y capaz de frenar el, hasta ahora, letal ataque de Atlanta.

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Aquí sorprende que para el ranking de footballoutsiders en el cierre de la temporada regular, la defensa contra el pase de Atlanta fuera mejor que la de New England. Y es menos comprensible sabiendo que el mejor jugador de la secundaria de los Falcons está lesionado, Trufant, y que los Patriots han encontrado una joya en Rowe. Sin embargo, la dureza del calendario otra vez ha sido clave para decidir un número que no parece real. Atlanta es bombardeada más que nadie, encaja un alto porcentaje de completados y muchísimos touchdowns. En el caso de los Patriots, parecen mejores en porcentaje de completados y en número de touchdowns, pero ninguna de las estadísticas deja boquiabierto a nadie. Ninguno de los dos equipos consigue demasiados sacks aunque, curiosamente, Beasley, man-eater de Atlanta, ha liderado la NFL en capturas al quarterback con 15,5 en temporada regular.

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Aquí sí que hay una gran diferencia entre ambos equipos. Freeman y Coleman sufrirán para superar a una defensa de New England que ha encajado menos touchdowns por tierra que nadie, que solo concede 3,9 yardas por intento y que provoca fumbles con facilidad. Atlanta, por su parte, se las verá canutas para frenar a Blount si no mejora una barbaridad las 4,5 yardas que encaja por intento, aunque casi siempre les ha salvado que los rivales se ven obligados a pasar para aguantar el ritmo anotador del ataque de Matt Ryan.

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Aquí es donde más clara se ve la diferencia entre ambas defensas, y lo dura que será la batalla entre Ryan y la secundaria de los Pats. El equipo de Boston es de los mejores defendiendo terceros downs y casi igual de eficaz de cuarto down. Sin embargo, la defensa de Atlanta permite más primeros downs de pase que ningún otro equipo de la NFL, está entre las peores defendiendo terceros downs y también es la menos eficiente contra cuatros downs. En un duelo de toma y daca, parece más fácil que se derrumbe la defensa de los Falcons.

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Al contrario de lo que pueda parecer, los retornos de New England este año han estado entre los peores de toda la NFL. Su único touchdown llegó en playoffs contra los Texans. La lesión de Amendola ha lastrado esos números y es de esperar que los de Belichick vuelvan a ser peligrosos en esa faceta con la vuelta del jugador al cien por cien en el gran partido. Los Falcons tampoco destacan en esa faceta, aunque este año sí que han sido bastante eficaces devolviendo patadas de punt, pese a que su retornador, Weems, es el mismo en los dos tipos de patada.

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En el aspecto defensivo, los equipos especiales de New England siguen estando en la élite, con Matthew Slater elegido otra vez mejor jugador de equipos especiales de la NFL. El gunner no concede ni una yarda a los retornadores y los Patriots casi no han sufrido regresos medianamente largos. Sin embargo, Atlanta no tiene tan buena defensa contra los retornos. Y aunque no ha encajado ningún touchdown así en toda la temporada, sí que suele dejar a sus rivales mejores posiciones de campo de las debidas.

En teoría tanto Gostkowski como Bryant están en la élite de la NFL, y un Super Bowl disputado bajo techo facilita bastante el trabajo de ambos. Sin embargo, Bryant este año ha estado casi infalible mientras que Gostkowski está sufriendo una crisis de confianza desde que en la final de conferencia de hace un año fallara una patada decisiva contra los Broncos.