Camerún sorprendió a Ghana y jugará su séptima final

Camerún disputará su séptima final de la Copa de África en la edición que quizá menos opciones tenía. Nadie contaba con los Leones Indomables cuando comenzó la competición, pero el domingo pugnarán con Egipto para conquistar el trono continental. Frente a Ghana volvía a no ser favorito, pero el orden y el trabajo de los pupilos de Hugo Bross pudo con la calidad de Ghana. Eso y un fallo de Razak, portero del Córdoba, quien no se entendió con su compañero Boye y entre ambos dejaron la meta vacía y el balón en los pies del central Ngadeu, que no perdonó. Bassogog, cuando el choque finalizaba, sentenciaba la semifinal.

Nadie apostó de inicio por Camerún. De hecho, el seleccionador Bross vio cómo jugadores importantes para la selección renunciaban a disputar la Copa de África a días de empezar el torneo. No le importó al exfutbolista y ahora técnico belga, quien ha confeccionado un equipo sin grandes individualidades y mucho trabajo. Precisamente ese trabajo marcó las diferencias en la semifinal. Porque Camerún se merendó a Ghana en la primera mitad, aunque no tuvo fortuna para adelantarse en el marcador, y en la segunda, después de contar con la diosa fortuna de su lado en el gol, se defendió como gato panza arriba.

Arrancó mejor Camerún. De hecho, Teikeu tuvo la más clara de la primera mitad pero su espectacular remate de cabeza lo sacó en la misma línea Afful. Esa ocasión dio moral a los cameruneses, quienes siguieorn acosando la portería de Razak. El meta del Córdoba, que ha sido fundamental para que los suyos hayan llegado tan lejos, detuvo un lanzamiento de Tambe y posteriormente volvió a cruzarse en el camino del delantero centro. Curioso su caso. No ha marcado en esta Copa de África, pese a jugarlo todo, y un especialista en el gol como Aboubakar ha sido relegado a un segundísimo plano. ¿Y Ghana? Pues una sombra de lo que se esperaba de ella. Tal y como pasó frente a RD Congo, desapareció del campo en la primera mitad, pero en esta ocasión no fue capaz de reaccionar en la segunda. Sólo Jordan Ayew metió el miedo en el cuerpo al meta del Sevilla Atlético Ondoa, pero en ninguna de sus dos ocasiones vio portería.

Así terminó la primera mitad y en la segunda, al menos de inicio, cambió el guión de la película. El rojiblanco Thomas cogió el papel de protagonista y Ghana empezó a llegar con más peligro. Tanto que en apenas cinco minutos generó más ocasiones que en toda la segunda mitad. Parecía que las Estrellas Negras habían vuelto. Fue un espejismo. Wakaso probó al Ondoa, quien sacó una espectacular mano a lanzamiento del nuevo jugador del Granada, y poco después ni Amartey ni André Ayew llegaron a conectar con la pelota tras un lío en el área. Ghana estaba mejor sobre el campo, pero llegó la jugada desafortunada para sus intereses. Falta lateral a la que no llegaron ni Razak ni Boye, quienes dejaron el balón votando para que Ngadeu marcara a placer. Quedaban más de 20 minutos por delante y Avran Grant, seleccionador de Ghana, arriesgó dando entrada a un lesionado Gyan. Ni con esas. De hecho, en los minutos finales y después de varios sustos, Camerún sentenció en una rapidísima contra que no perdonó el velocísimo Bassogog. Los Leones Indomables sorprendían a todos y se metían en su séptima final. Egipto les espera. Los hermanos Ayew tendrán que conformarse con verla por televisión...