El ataque de New England Patriots vs la defensa de Atlanta Falcons
McDanields es el encargado de crear las estrategias que Tom Brady ejecuta a la perfección y se medirá a una de las mejores mentes defensivas de la NFL.
Hace mucho tiempo, en una liga muy, muy lejana… Episodio 1.Es el periodo de playoffs. Los Houston Texans, atacando desde su defensa, han conseguido ganar una batalla, para el resto de equipos, contra el malvado Imperio Galáctico. Durante la batalla, un joven grupo de jugadores lograron desentrañar uno de los secretos más oscuros del Imperio, las debilidades de Tom Brady. Un arma con el suficiente poder para destruir cualquier equipo de la NFL.
Perseguido por muchos, Dan Quinn ha conseguido llegar hasta el enfrentamiento directo resguardando muy bien ese secreto para restaurar la paz y la libertad en una liga consumida por el lado oscuro…
DAN QUINN VS JOSH MCDANIELS
Dan Quinn fue el último DC que se enfrentó en una Superbowl a Tom Brady. Hace dos años, el actual head coach de los Falcons era el coordinador defensivo de unos Seahawks que se vieron privados de un nuevo anillo cuando lo rozaban, con la yema de los dedos, en el último suspiro del encuentro. Son dos defensas distintas en cuanto a individuos, pero se reconocen muchas cosas en los conceptos de ambas. McDaniels se va a enfrentar a una defensa que va a jugar casi al 100% de los snaps con un solo safety profundo y que va ir alternando la Cover-3 zonal y la Cover-1 individual. Desde estas premisas, arrancan mis cinco puntos clave para desnivelar la balanza en este lado del campo:
1- TOM BRADY Y SU MANEJO DEL POCKET
No seré yo el que os enumere las cifras individuales que acapara el quarterback de los Patriots. Todos sabemos que sus números van batiendo records casi a cada minuto que está en el campo. Tiene cuatro anillos y va a disputar, este domingo, su séptima Superbowl. Hasta aquí, los datos numéricos que aportaré de Tom Brady.
Entre muchas de sus cualidades, Brady sobresale su movilidad en el pocket. No por piernas, si no por inteligencia. Él está cómodo, detrás de su línea ofensiva, cuando recibe el snap y tiene que empezar a leer el campo. Le gusta manipular el pass-rush y es un genio creando líneas de pase. Muchas veces habréis oído hablar de “manejar el pocket”. Esto no es otra cosa que moverse dentro del pocket, con los ojos y los pies al unísono, buscando receptores abiertos campo abajo. El step-up (paso adelante cuando le llega la presión exterior) es todo un clásico cuando vemos a Brady con el balón en las manos. Con 39 años, ya no tiene ese “atleticismo” para moverse como Aaron Rodgers, por ejemplo, y para salir del pocket en scramble con la suficiente velocidad como para crearse el pase. Ahora, eso, lo domina desde el pocket, jugando ese step-up, el slide (paso lateral) o ganando algo más de terreno, con su footwork, para darle ese segundo que necesita para soltar el brazo. Tiene la paciencia para dejar a sus hombres en situaciones de uno contra uno para que sean capaces de ganar yardas después de atrapar el balón. Da auténticos clinics desde ahí.
Nadie en la liga maneja el pocket como lo hace Tom Brady. Si Atlanta permite a Brady estar a gusto en “su pocket”, manejar el pass-rush y crearse su propio tiempo para encontrar al hombre abierto, no va a tener una agradable noche en Houston. Brady mueve todos los hilos de ese ataque y el pocket es su trono.
2- LA PRESIÓN INTERIOR COMO PUNTA DE LANZA
Evidentemente, después de leer el primer punto, nos interesa saber cómo los Falcons pueden amenazar y alterar ese manejo del pocket que tiene Brady. Lo fundamental, cuando juegas contra los Patriots, es la capacidad de tu línea defensiva para crear presión. Tus cuatro hombres deben pelear con la línea rival para colapsar el pocket muchas veces a lo largo del partido. Ir con tres jugadores al rush es un suicidio contra Tom Brady. A sus increíbles lecturas pre-snap, añade el manejo del pocket y su precisión quirúrgica para encontrar la ventaja pasando el balón. Sin presión, la defensa está prácticamente vendida. Como dijimos antes, si esta presión viene desde el exterior, él puede mover su pocket para ganar tiempo y poder seguir lanzando pases atrapables, así que solo nos queda la presión por los gaps interiores.
Para realizar esta presión, solo con los hombres de la línea defensiva, es necesario usar stunts. Estos stunts consisten en cambiar gaps, por parte de los hombres de la DL una vez que se inicia el snap, para confundir a la línea ofensiva y crear caminos por donde llegarle al QB. Uno de los más comunes es el twist, el cual se da cuando dos líneas defensivos intercambian sus gaps iniciales para atacar por el que estaba asignado a su compañero.
Además de los stunts, la posibilidad del blitz, siempre tiene que estar presente. Los movimientos en el front-7 deben ser constantes antes del snap para intentar engañar y manipular tanto a la línea ofensiva como al propio QB. Usar el blitz contra alguien como Brady es arriesgado, pero es igual de arriesgado que hacerlo contra Aaron Rodgers, y los Falcons consiguieron molestar lo suficiente al QB de los Packers para que no se sintiera cómodo y no tuviese opciones de quemar a la secundaria. A Brady hay que presionarlo, asediarlo y golpearlo (siempre legalmente) para que no haga su juego. No le gusta salir del pocket, no es su juego, así que Quinn debe buscar la manera de conseguir eso. Deion Jones, Keanu Neal o De’Vondre Campbell tienen que buscar el blitz por los gaps A y B para presionar al QB de los Patriots.
Sin embargo, jugar el blitz desde el exterior, con los DBs, me parece demasiado arriesgado. Brady, este curso, ha jugado de manera excepcional contra este tipo de blitzes. Si lee el blitz antes del snap (y lo suele hacer), va a buscar el pase rápido a la combinación slant-flat del lado del que viene ese blitz. Es vital, para frenar esa ofensiva, que la defensa presione por el medio. A los stunts y los blitzes, se le suman la capacidad de los DTs de poder crear pass-rush con sus movimientos específicos (bull-rush, rip moves, spin moves, etc). Los Grady Jarrett, Ra’Shede Hageman o Jonathan Babineaux (veremos cómo está de la lesión) tienen la misión de batir a los offensive guards rivales para colapsar ese pocket. Por supuesto, los hombres exteriores de esa línea, deben ser capaces de hacer lo mismo con los tackles. Vic Beasley, el renacido Brooks Reed y la veteranía de Dwight Freeney son las mejores armas para atacar por fuera. El éxito que conlleva frenar a Brady, tiene su comienzo desde la línea defensiva. Si ésta falla, lo demás no podrá contener la avalancha.
3- LA COVER 3 DE DAN QUINN
Por detrás de esa línea defensiva, los Falcons mezclan defensas zonales e individuales, pero con un factor común: el single high safety (un solo safety profundo). Es muy raro ver defensas con los dos safeties profundos, aunque la usaron en la segunda parte del partido frente a Green Bay del pasado domingo. Las coberturas que más usan son la Cover-1 (defensa individual) y la Cover-3 (defensa zonal).
La Cover-3 convencional sitúa a los CBs algo separados de sus atacantes para poder caer a las zonas profundas con menos riesgo de ser quemados. El strong safety se alinea en la caja para poder llegar a ayudar contra la carrera en el caso de que la jugada sea por tierra, encargándose de una zona hook (si la cobertura es C-3 Buzz), o haciéndolo de la curl/flat si es una C-3 base. Quinn, por el personal que tenía en los Seahawks, variaba la alineación de los CBs y los hacia ser más agresivos. Por otro lado, al SS lo situaba en zonas hook (central) para patrullar la zona media y dejaba a uno de los linebackers, o al nickel, la zona flat (lateral). Esto mismo está intentado conseguir en los Falcons, aunque la baja de Trufant les hace ser menos efectivos. Aun así, con Alford, Collins y Poole está haciendo un muy buen trabajo y consiguiendo resultados según ha ido avanzado el curso. Alford juega mejor con cushion (separación del receptor) y a Collins lo sitúa más veces en press technique, con un resultado menos exitoso del que debiera. En su C-3, Quinn obliga a los CBs a jugar en funnel technique, así que si el receptor más abierto juega una ruta interior profunda, el CB debe seguirlo hasta que sea el FS quien salte. Ese espacio detrás del defensor de la zona hook, es una de las zonas débiles de esta defensa, por eso los CBs ayudan con esas rutas deep-in.
Una de las maneras para atacar las defensas con solo un safety profundo, es jugar con rutas seam. El dúo formado por Gronkowski y Bennett hacían casi imposible la defensa en estas rutas. Gronkowski no va a estar y Martellus Bennett no llega en las mejores condiciones físicas a este partido. Sin embargo, Bennett puede dañar mucho a los Falcons si lo buscan frente a los LBs rivales. Keanu Neal toma muchas responsabilidades en los esquemas de Dan Quinn. Él es el encargado de defender esas seam con los TEs, así como de patrullar la zona media para evitar rutas cruzadas en el caso de que sea una cobertura individual (Cover-1). Para mí, jugar en individual es básico contra los Patriots. Es necesario romper el timing entre receptor y QB desde la misma línea de scrimagge, así como re-direccionar la ruta de cada receptor. Releases sencillos dan demasiadas facilidades para que Brady encuentre al hombre abierto. Atlanta viene tiempo demostrando que su secundaria es capaz de aguantar un primer empuje del ataque en situaciones de hombre a hombre. Por supuesto, para que esto funcione, el pass-rush debe restarle tiempo a Brady para pensar y leer. Si juegas al hombre, pero no creas algo de presión, los Edelman, Hogan, Amendola, Mitchell o Floyd van a ser capaces de ganar separación, y Brady va a poner el balón donde lo necesitan sus receptores.
Muy poco se ha hablado del trabajo de Dan Quinn a lo largo del año. Todas las alabanzas se las ha llevado Kyle Shanahan (y todas merecidas), pero es indudable que pese a las importantes bajas de Trufant, Clayborn o Weatherspoon, el equipo ha terminado el año defendiendo mejor de lo que todos esperábamos. Además, lo ha hecho con un roster jovencísimo y sin apenas experiencia, algo que puede pesar mucho frente a un ataque como el que dirige McDaniels y ejecuta Brady.
4- EDELMAN COMO EJE DE TODO
McDaniels ha construido un sistema de ataque que permite a Brady lecturas muy rápidas y sencillas. Además, el propio QB es un ordenador andante analizando defensas antes y después de que se inicie el snap. La llegada de Bennett provocó el pánico en los rivales cuando formaba junto a Gronkowski. La lesión de este último, lejos de dañar al equipo, le ha hecho más imprevisible. Antes, todo el sistema de ataque giraba en torno al tight end. Con su baja, el eje de esa ofensiva es Julian Edelman. El pequeño receptor se ha convertido en un wide receiver estelar de la liga y, en los partidos importantes, lejos de esconderse, aparece aún más. Dan Quinn tiene un difícil problema entre manos.
Edelman es el amo y señor de las rutas medias. Todas las inside crossing routes, las Hi-Lo o las pick plays, las domina a la perfección. Además, es un grandísimo lector de la defensa, por lo que McDaniels le permite jugar option routes. Alineado dentro de los números, con mucho espacio por fuera y por dentro para jugar su ruta, él tiene la potestad para jugar la ruta más conveniente, dependiendo de cómo forme la defensa, para poder recibir el balón. Brady lo sabe, conoce la habilidad de Edelman y le busca incansablemente. Su velocidad y explosividad le permiten ganar separación desde el release y, estas mismas virtudes, le hacen ganar muchas yardas después del catch. Lo podemos ver en bunch formation porque juega muy bien en tráfico, teniendo mucho éxito con las pick plays.
En estas option routes, si la defensa es individual, suele jugar rutas quick-out o quick-in para recibir pronto el balón y sacar yardas extras. Evidentemente, McDaniels usa las demás rutas para generar ese espacio necesario para que lo consiga. Su “elusividad” le permite evitar el primer tackle de su defensor y así poder encarar al siguiente. La química con Brady es excelente, y cuando más aparece es en estas situaciones de uno contra uno.
Cuando la defensa es zonal, Edelman lee muy bien el espacio entre los defensores que ocupan las zonas underneath. Su rápido release le permite buscar esos agujeros y sentarse ahí para recibir el balón. En terceros downs cortos/medios, Brady tiene claro que el objetivo son las hitch routes que juega Edelman. Estas rutas le dan al QB una lectura rápida y un pase mucho más sencillo.
Julian Edelman se ha convertido en el hombre fundamental para que ese ataque pueda mover el balón. Sus actuaciones hacen que la defensa esté muy pendiente de él, dejando a los demás que se beneficien de la atención que recibe. Hogan, Mitchell o Floyd serán los encargados de estirar a la defensa para que Edelman brille en todas esas rutas medias.
Ojo también a las switch verticals routes frente a la Cover-3 de los Falcons. Con esta combinación de rutas, Edelman, saliendo desde el slot, puede jugar una wheel route y atacar la zona profunda mientras que el receptor abierto de ese lado mantiene ocupado al CB con una ruta post. Este concepto es uno de los que más rendimiento dan frente a este tipo de defensas si cuentas con un WR slot como el que tienen los Patriots en Edelman.
5- SU ARMA DE DESTRUCCIÓN: EL PLAY ACTION
Estoy convencido del uso del juego terrestre por parte de McDaniels en este encuentro. Creo que van a intentar correr desde el inicio. Atlanta es una defensa que sufre con la carrera. Los Seahawks lo hicieron en el primer cuarto del Divisional y se le vieron las costuras a esa línea defensiva. New England tiene a Legarrette Blount como runningback titular y con él pueden ir norte-sur jugando carreras de poder (one back power, lead blocks, etc) o zonales (inside zone), para intentar percutir y así cansar a la línea defensiva. Blount usa muy bien su tamaño, y su skill set, para atacar el centro de la OL y hacer que los LBs sufran en los tackles. No deja de mover los pies aunque esté placado y ya hemos visto que puede ganar tres o cuatro yardas extras por empuje y fuerza. Por otro lado, Dion Lewis y James White son dos corredores que pueden jugar más situaciones zonales y buscar las carreras este-oeste. Esta diversidad en el juego terrestre será lo que maneje el OC para correr y asentar la carrera. Además, la amenaza que ambos representan en el juego aéreo en las flats, checkdowns o screens, los hacen más imprevisibles cuando aparecen en el backfield. Una de las maneras de frenar el majestuoso ataque de los Falcons es dejarlos en el banquillo y, corriendo, pueden lograrlo. En la previa del NFCCG os decía qué si Green Bay quería tener opciones de ganar, no deberían darse más de 12 drives en todo el partido. Ese partido acabó con 19 drives. Mal asunto. Darle 8, 9 o 10 drives a Shanahan es un suicidio.
La amenaza del juego terrestre trae consigo una de las mejores jugadas que existen en el football: el play action. Ejecutar bien el play action te abre muchos espacios detrás de la línea de linebackers, mueve a la defensa y hace dudar mucho a la secundaria. Tom Brady lo juega a las mil maravillas. Los Patriots lo juegan de dos formas diferentes, pero igual de efectivas. La primera es haciendo creer a la defensa que se va a ejecutar una outside zone alineando a un hombre extra en la OL. Brady se queda con el balón mientras que algún hombre de la línea sale para bloquear al defensor que entra al pocket desde el backside y así darle tiempo extra al QB para poder lanzar. Con esto mueves a la defensa hacia el playside y puedes buscar alguna ruta cruzada al lado contrario. Bennett encuentra mucho espacio en las shallow cross yendo al lado opuesto de la OL.
La otra manera de engañar a los linebackers es con el pull de un hombre de la línea ofensiva. New England puede tener, en ese momento, sobre el campo, una formación “heavy” (dos TEs), e incluso mover a algún jugador más para crear la apariencia de jugar una carrera por el strong side. Con esta formación, la defensa se prepara para enfrentarse a una carrera cuando, en realidad, el diseño es para jugar por aire. El pull de uno de los hombres de la línea obliga a los LBs a saltar ante una posible entrega de balón al RB y es aquí donde se abre el agujero a su espalda para buscar, generalmente, alguna ruta deep-in de Bennett. Además, si el receptor es Edelman, las posibilidades de que genere más yardas después del catch se hacen más plausibles, ya que se quedaría con el safety, a campo abierto, para placarle.
Para poder contrarrestar el play action hay que ser muy disciplinado y leer constantemente el backfield. Cualquier mal ángulo, cualquier paso en falso o cualquier lectura errónea te va a dejar un agujero muy grande, el cual será aprovechado por el ataque de los Patriots. Brady juega muy bien el fake hand-off (el engaño al no entregar el balón), lo disimula a la perfección y hace muy complicada esa lectura. Una de las claves para saber lo que se te avecina, siendo linebacker, es leer el casco de los líneas ofensivos (high hat, será pase y low hat, será carrera), pero con el pull, todo esto se viene abajo. A su vez, el safety profundo es vital para poder arreglar ese error que puedan cometer sus linebackers. El rango y los ángulos para tacklear de Ricardo Allen se me antojan vitales en un partido donde el play action estará muy presente.
Además del play action, los Falcons deben estar muy concentrados para no tragarse la típica trick play que tiene preparada McDaniels en este tipo de encuentros. Cuanto más importante es el partido, más arriesgado se vuelve el coordinador ofensivo de los Patriots. Flea flickers, WR pass, la salida en ruta de un línea ofensivo extra…cualquier situación imaginable la podemos ver en el momento menos esperado.
Los Patriots encaran un partido en ataque donde son superiores a la defensa rival. Esta defensa ha mejorado desde el principio de la temporada, pero debe subir mucho más su nivel para poder parar a una maquina perfectamente engrasada como es esta ofensiva comandada por dos de las mentes más brillantes de la liga. McDaniels va a ser capaz de buscarle las cosquillas a esa secundaria con solo un hombre profundo, así que será necesario que Dan Quinn encuentre la manera de llegarle a Tom Brady antes de que lea la ventaja. Una noche tan plácida como la que le dio Tomlin, pondrá la primera piedra para el quinto anillo del magistral QB. Este año, más que nunca, los ojos de Brady echan fuego porque tiene un objetivo monstruoso delante de sus narices: ser el quarterback más ganador de la historia de este deporte y abandonar la lista que comparte con Joe Montana y Terry Bradshaw. Que tiemblen los Falcons.