Egipto, finalista de la Copa de África tras ganar en los penaltis
Los de Héctor Cúper eliminaron a Burkina Faso en la tanda de lanzamientos desde los once metros. Salah y Bance marcaron en el tiempo reglamentario.
La Copa de África ya es la Copa de El-Hadary. El veterano portero egipcio de 44 años se convirtió en héroe de su equipo y del torneo al detener dos penaltis en la tanda que dejaron fuera a una meritoria Burkina Faso. Los faraones disputarán su octava final (ganaron las siete anteriores) gracias a su eterno guardameta. En su partido internacional 152, se erigió en el protagonista absoluto de una semifinal que sólo se pudo decidir desde los once metros. Fue un cara a cara inaudito entre él y el portero de Burkina, Koffi, de sólo 20 años, es decir, 24 menos que él. Podía ser su hijo y al final quien se impuso fue el 'padre', que detuvo uno de los lanzamientos al propio portero burkinés. Lo que no pase en el fútbol africano, no pasa en ningún otro.
Egipto está en la final y buena parte de culpa, además de El-Hadary, la tiene Cúper. El técnico argentino ha recuperado la grandeza y la capacidad ganadora de una selección que llevaba tres ediciones sin pisar el torneo. Pese a las numerosas bajas, se plantó bien ante una Burkina Faso que estaba sin duda entre los equipos más poderosos del torneo. Paulo Duarte alineó a Traoré, Bancé y Nakoulma en una delantera que puso en aprietos constantemente a la defensa egipcia. Durante casi todo el partido, incluida la prórroga, fueron mejores los potros, aunque lo que decidió el pase resultaron ser los penaltis, justo lo único en lo que Egipto fue mejor.
Había logrado adelantarse el conjunto de Cúper con un golazo de Salah, aunque rápidamente empató Burkina Faso gracias al entrañable tanque Bancé. Lo tuvieron los potros en varias ocasiones, especialmente una de Nakoulma cuando la prórroga estaba ya madura, pero la noche estaba reservada a los héroes, héroes como El-Hadary y Koffi, de 44 y 20 años, porteros que se debatieron en un duelo cara a cara en los penaltis que salió favorable al más veterano. El-Hadary, que ya era historia de la Copa de África, lo es aún más tras meter a su equipo en otra final. Único. Épico. Legendario.