Cúper: del desempleo a reflotar a una grande como Egipto

Las historias paralelas de Héctor Cúper y de la selección de Egipto parecían reservadas a la añoranza. El técnico argentino que hizo grande al Valencia en los 90 --aunque perdiera dos finales de Champions-- y el conjunto nacional que más veces ha ganado la Copa de África --siete-- pasaban respectivamente por uno de sus peores momentos cuando sus caminos decidieron juntarse. Hoy, sólo dos años después, ambos vuelven a sonreír instalados con justicia en semifinales de la Copa de África.

El idilio comenzó en marzo de 2015. Los Faraones contrataron por sorpresa al experimentado y veterano entrenador, que llevaba más de un año sin sentarse en los banquillos. Sus últimas experiencias habían sido variopintas y poco brillantes: Al Wasl de Emiratos Árabes y Orduspor de Turquía. Las de Egipto también dejaban que desear. No había sido capaz de clasificarse para las tres últimas CAN y habían desfilado seleccionadores como Shehata, Bradley y Gharieb.

Pero, como si la sapiencia de Cúper casase con la pasión de Egipto, el equipo comenzó a funcionar y los resultados le están devolviendo a su naturaleza ganadora. El técnico argentino ya se convirtió en un ídolo al clasificar a los egipcios nuevamente para una fase final. Para ello dejaron fuera ni más ni menos que a Nigeria. En Gabón están ampliando ese éxito.

Los faraones solventaron su grupo por delante de Ghana y dejando fuera a Mali y Uganda. En cuartos, en un duelo norteafricano de altura, apearon a Marruecos. Ahora, la opción de jugar de nuevo una final, su octava, se esconde tras el duelo ante Burkina Faso del miércoles. Cúper ha obrado el milagro respetando a leyendas como el portero El Hadary, de 44 años. Desde que entró en el equipo en el segundo partido, los egipcios no han encajado un sólo gol. Muy Cúper. Muy Egipto de la década anterior. Ese pasado es hoy presente.