Rex Ryan estará en el Super Bowl como comentarista de TV
El antiguo entrenador de los Buffalo Bills y los New York Jets prometió que, tarde o temprano, acabaría en el gran partido. Acertó, como se puede ver.
Al fin: Rex Ryan ha cumplido su promesa de ir a una Super Bowl. El problema es que no ha ido con su equipo, o al menos con el que comenzó la temporada, los Buffalo Bills, ni con los que prometió por activa y por pasiva que acabaría yendo, los New York Jets. Irá como analista televisivo.
Ryan es uno de los grandes bocazas de la historia de la NFL. Se pasó años y años pagando por aquella predicción, aquella promesa, aquella garantía, de que iría a la Super Bowl a pelear por ella. No lo consiguió nunca. Es más, las veces que más cerca estuvo fueron anteriores a sus cantos al sol y al viento de la grandeza.
Es dudoso que vuelva a tener una oportunidad de ser entrenador jefe en la NFL. Tras los fracasos de los Jets, en los últimos años allí, y de los Bills, a los que no pudo meter en playoff en sus años al frente de la franquicia, su salida profesional más evidente se resume en dos opciones: coordinador defensivo o personalidad televisiva.
A lo primero parece que ha renunciado voluntariamente. No se sabe si ha recibido ofertas, ningún rumor lo ha unido a ningún puesto de ese trabajo, pero ya desde su despido de Buffalo dejó entrever que no le apetecía este año ser coordinador.
A lo segundo, como era evidente, no iba a renunciar. El maridaje entre la explosividad verbal, y gestual, de Ryan y la televisión era algo extremadamente obvio.
Tanto, que han querido ficharle cuatro de las cinco cadenas que tienen relación con la NFL. El ganador final ha sido la ESPN, que tendrá entre sus analistas al bueno de Rex Ryan durante las tres horas de previa de la cadena el domingo de la Super Bowl. A buen seguro que sólo será una prueba de lo que está por venir, que es la contratación como uno de los fijos en los estudios de este entrenador que tantas veces estuvo en el borde de convertirse en bufón y que ahora podrá traspasar esa línea con alegría y alborozo porque es lo que le van a pedir.