Los defensas malditos del Madrid: Danilo, Drenthe, Spasic, Vitor...
El Real Madrid no siempre ha acertado a la hora de contratar defensas. Estos son algunos de los jugadores que prometían y acabaron siendo un fiasco.
El Real Madrid no siempre ha acertado a la hora de contratar defensas, puesto que muchos de ellos parecían prometer pero cuando llegaron al Bernabéu se vinieron abajo, ya sea por mala suerte, por lesiones o por asuntos extradeportivos. A raíz del caso de Danilo, que está en el blanco de las críticas tras su gol en propia puerta contra el Celta en Copa, así como el tanto en su meta que subió al marcador contra el Sevilla, hemos elaborado una lista de defensas que pasaron sin pena ni gloria por el equipo blanco, a pesar de que se esperaba mucho de ellos a su llegada:
Pedrag Spasic
Conocido como 'el agente', llegó al Real Madrid por 200 millones de pesetas por deseo expreso de ramón Mendoza. Sin embargo, no rindió a un buen nivel en el conjunto blanco y para colmo se marcó un gol en propia puerta ante el Barcelona, ganando por 2-1 el equipo culé. Su gol, de cabeza y sin oposición, quedó para la posteridad y tras ponerse en el punto de mira acabó marchándose a Osasuna. Años más tarde, cuando le preguntaron por su exequipo, mostró su resentimiento: "¡Forza Barça!".
Ricardo Rocha
Se le fichó como relevo de Spasic tras su fiasco (llegó de la mano de Lasa, Luis Enrique y Prosinecki). Fácil de reconocer por su bigote, el central brasileño pasó a la historia después de marcarse un gol en propia puerta contra el Tenerife en una de aquellas ligas que le arrebató el club canario (el Barça fue campeón). El apodado como 'El Sheriff', se retiró en el Flamengo en 1998.
Vitor Claudemir
Frustrado el fichaje de Cafú, Mendoza trajo al brasileño, con bastante mejor fama en su país. Llegó a jugar sólo tres partidos y su presidente dijo que era "una castaña". Cuando llegó al equipo, no comenzó con buen pie: "No sé qué es la Quinta del Buitre, ni el papel que juega el Madrid en la Liga española. Sólo sé que juegan Míchel y Butragueño". Años más tarde se enfrentó al Real Madrid en la intercontinental y él fue la víctima que sufrió el famoso aguanís de Raúl González.
Carlos Secretario
Fue el primer futbolista portugués que fichó el club madrileño, con Fabio Capello como entrenador y Lorenzo Sanz como presidente (con Roberto Carlos, Mijatovic, Seedorf y Suker). Pagaron por él alrededor de 250 millones de pesetas, pero pasó sin pena ni gloria por el equipo, a pesar de labrarse una buena reputación tanto con el Oporto como con Portugal. En el Bernabéu fue constantemente criticado por esconderse del balón a menudo. Duró poco y volvió a su anterior club.
Jonathan Woodgate
Fue de los últimos fichajes de la primera etapa de Florentino (desde luego de los menos mediáticos). 'Woody' debutó de la peor manera posible, marcándose un gol en propia puerta contra el Athletic de Bilbao y siendo expulsado minutos más tarde. Su calvario con las lesiones le acompañó durante toda su carrera y el pasado verano decidió retirarse tras disputar sólo un encuentro en toda la temporada a las órdenes de Aitor Karanka en el Middlesbrough.
Walter Samuel
El Real Madrid pagó en 2004 un total de 23 millones de euros. Procedía del Roma y apuntaba maneras. Sin embargo, el central argentino no cuajó. Su falta de velocidad generó muchas críticas y tras anotar un gol contra el Albacete, llegó a encararse con su afición. Al final, no hizo honor a su apodo ('El Muro') y se fue al Inter de Milán. Se retiró, eso sí, con cuatro Champions League en su palmarés.
Carlos Diogo
"Llegué muy joven al Real Madrid y había muchos laterales derechos". El defensa uruguayo, que también militó en el Zaragoza, no tuvo éxito en su andadura por el equipo blanco. Las lesiones también le lastraron. Siempre será recordado por aquella cómica pelea con Luis Fabiano en un partido entre el Zaragoza y el Sevilla en la que, a pesar de los esfuerzos de ambos, no consiguieron darse un solo golpe.
Royston Drenthe
Destacó en las categorías inferiores con Holanda y eso hizo que los grandes se lo rifaran. El Madrid pagó 14 millones de euros por él, pero siempre estaba en boca de todos más por su vida extradeportiva que por lo que hacía en el campo: "Iker y ramos me llamaban 'El Malaguita'. Me decían que era una película en la que ese señor siempre andaba robando cosas, pero era de buen rollo".