El chileno que jugó un mundial, estuvo con Sampaoli, y ahora trabaja en un taller
José Rosales se retiró en 2013 luego de no encontrar más oportunidades. Acá recuerda su paso por la Sub 20, los años con Sampaoli y su presente lejos de la cancha, pero no tanto.
Hace unos años el arquero decidió retirarse del fútbol, pero nunca lo ha hecho del todo. O sea. Lo dejó profesionalmente después de jugar por Chile el Mundial de Holanda en 2005, y probar suerte en O'Higgins, Cobresal, Provincial Osorno, y Colchagua, pero siempre se ha mantenido jugando.
"Obvio que alguna vez me imaginé en dedicarme sólo a eso, jugar en el extranjero, llegar a la selección, pero con el tiempo uno se va dando cuenta que la plata no te da. Mi último club fue Colchagua en 2013. Después de eso he trabajado en un taller automotriz con mi papá en Rancagua", cuenta.
La Rojita y Sampaoli
Pero Rosales tuvo razones para pensar en grande. Al menos ilusionarse. En 2005, luego de perderse el Sudamericano Sub 20 de Colombia por lesión, disputó el Mundial de Holanda, en un equipo donde estaban Gonzalo Jara, Matías Fernández, José Pedro Fuenzalida entre otros.
"Fue una experiencia increíble. Jamás pensé en conocer Europa, y menos jugar en un Mundial (disputó el 2-0 ante Marruecos por la fase de grupos). Son cosas que uno atesora después con el tiempo. Con algunos compañeros como Carlos Carmona aún me mantengo en contacto", apunta.
De regreso en Chile también tuvo algunas oportunidades. En septiembre de ese año debutó profesionalmente en Primera B con O'Higgins, y en 2007 lo hizo en la máxima categoría con Jorge Garcés en el banco. Sin embargo, con ningún otro técnico jugó más que con Jorge Sampaoli.
"Me dio la oportunidad de agarrar ritmo, jugar varios partidos durante el 2008. Fue un técnico distinto a cualquier otro que tuve. Mira donde está ahora. Cuando nos entrenaba, se notaba su preparación, que estaba para grandes cosas", recuerda.
Para él en cambio, su carrera tomó a partir de ahí un espiral descendente que lo obligó a golpear varias puertas sin éxito. Se fue a préstamo a Cobresal, descendió con Provincial Osorno, y decidió retirarse luego de perder la final de Tercera División con Colchagua.
"Lo asumí no más, sin drama. Nunca hubo un reproche. Tengo un buen trabajo, una familia, tres hijas, y puedo seguir jugando al fútbol. ¿Qué mejor? Ahora sólo espero ganar la final".