Mejor jugar fuera que en el Bernabéu

Nunca pensé que iba a escribirlo un día pero, después de lo que pasó el pasado sábado en el Santiago Bernabéu, lo tengo muy claro. Pues sí, es mucho mejor para los jugadores del Madrid tener que ir a buscar la remontada en tierras lejanas, en este caso en el estadio de Balaídos, que hacerlo en la capital de España. Tener a dos ‘enemigos’, el Celta y la afición de Chamartín, al mismo tiempo, representaría un frente muy grande que combatir. Uso la terrible palabra enemigo al referirme al público porque, para mí, unos fans que pitan, dos minutos después de empezar un partido, al mejor jugador del mundo (a un futbolista que marca más de cincuenta goles por temporada y que acaba de ganar su cuarto Balón de Oro) por fallar un control, son todo menos unos amigos. Estuve en el Bernabéu el pasado sábado y se notaba en el ambiente que mucha gente venía predispuesta a atacar a los suyos.

No sé si es el síndrome post navidades, el frío o los efectos de la típica cuesta de enero, pero algunos fueron al fútbol para hacer pagar a los jugadores por cosas de las cuales no son responsables. Si estos supuestos madridistas creen que pueden curar sus males interiores metiéndose con el equipo de Zidane se equivocan gravemente. Existen consultas de psicoanálisis mucho más baratas y mucho más eficientes para tratarles. Sé que algunos pensarán que un ‘franchute’ como yo, madridista converso (y no de nacimiento) dice esto por no entender la exigencia histórica de este club. Y yo les contesto que una cosa es la exigencia y otra la indecencia...