Falta cuadrar agendas, que se reúnan Jorge Messi, padre y agente del jugador, y Josep María Bartomeu, presidente del club, y comenzar a negociar de manera definitiva para sellar la continuidad del crack argentino en el Barcelona más allá del 30 de junio de 2018. Los mensajes públicos que se intercambiaron desde los dos bandos siempre fueron positivos y optimistas. Los responsables de gestionar las cuentas del club azulgrana hace tiempo que trabajan en cuadrar los números e imaginar cómo quedaría la tesorería de la entidad, una vez mejorados ya los contratos de Luis Suárez y Neymar. Tal es el convencimiento en cerrar la renovación que desde hace tiempo tienen presupuestada el nuevo contrato de Messi, que oscilaría sobre los 35-40 millones netos por curso (70-80 brutos), según informaron a AS fuentes azulgranas. “El club tiene músculo económico para ello”, afirman desde el Camp Nou, haciendo sólidas las palabras de Susana Monje, exvicepresidenta económica del club, que el pasado verano ya advirtió de ello.