La Real pidió la roja para Messi y Neymar y el Barça, otro penalti
El argentino había visto una amarilla en el primer tiempo por, supuestamente, perder tiempo. En el segundo interrumpió un saque de falta. El brasileño hizo una falta dura con amarilla.
Polémica en el partido de cuartos de Copa entre la Real y el Barça. Sobre todo en el segundo tiempo. El equipo de Eusebio pidió un penalti de Digne por mano, se quejó amargamente por un fuera de juego inexistente en una jugada de claro peligro para Cillessen y reclamó la expulsión por dos veces de Messi y otra para Neymar, mientras que el Barça pidió un penalti a Neymar tras haberse adelantado gracias a otro que sí había señalado el colegiado, González González, en el primer tiempo por derribo de Elustondo.
El árbitro acertó en la mano de Digne. El balón, tras un disparo de Xabi Prieto, le pegó en el costado. Con el fuera de juego de Zurutuza se equivocó ya que el centrocampista estaba en línea. Su asistente le confundió y evitó a la Real quedarse mano a mano con Cillessen. Con la reclamaciones para expulsar a Messi hubo mucho enfado. El argentino había visto una amarilla por protestar y retrasar el saque de una falta. Después, estaba delante del balón cuando Illarra intentó ponerlo en juego. El mediocentro, con picardía, sacó para que el balón le pegara al delantero y el árbitro le expulsara, pero el colegiado entendió que no obstruyó el saque de la falta a propósito. Al final del partido hizo otra falta por la que Anoeta protestó mucho al entender que también le podía haber valido la segunda amarilla. Más tarde, Neymar (con amarilla) dio una patada en la cara a Elustondo y González González no se atrevió a sacarle la segunda amarilla.
En cuanto a las jugadas que afectaron al Barça, las repeticiones evidenciaron que pudo haber señalado un penalti más a Neymar. El del 0-1 fue claro y el del segundo tiempo también pareció serlo. Rulli le toca en su intentó por abortar su internada. Al final del partido Piqué y Suárez reclamaron otro penalti de la Real por mano tras una volea del central catalán. El jugador de la Real se echó la mano a la cara, pero las imágenes demuestran que el balón le pegó en el brazo. Otra cosa fue la voluntariedad.