Simeone sale al ataque
Apostaría por Koke, Saúl, Carrasco y Gaitán para tumbar ya hoy (19:15, beIN Sports) a un Eibar con muchas bajas y dejar resueltos los cuartos de Copa en la ida.
El pasado viernes entrenaba el Atlético en el Campo 4 del Cerro del Espino, Majadahonda, mientras en Las Rozas, a 10,8 kilómetros, iban sacando las bolas del sorteo de la Copa del Rey. Cuando Butragueño extrajo la del Atleti, en una caseta que hay a la entrada de ese campo donde estaban Caminero o el delegado rojiblanco, Pedro Pablo, todos se pusieron en guardia. Tres bolas quedaban. Madrid, Celta y Eibar. Uno sería rival. Fue el último (sigue el partido en directo en AS.com).
Mientras su destino en los cuartos de la Copa quedaba escrito a 10,8 kilómetros de distancia, Simeone daba órdenes en la portería del fondo concentrado en la pelota, aún ajeno. Pero no por mucho. Sus chicos trabajaban en tres grupos. Dos se enfrentaban, uno esperaba. En el último estaba Grizi, estaba Torres y estaba Gaitán: fueron los primeros a los que les llegó el susurro de Pedro Pablo. “Eibar”. Enseguida lo supieron los demás. Eibar. Apenas doce días después de sufrir para ganarle en Liga en Ipurua. Eibar.
Lleva Mendilibar guardando a titulares para LaLiga y suplentes para Copa toda la temporada pero para el partido de hoy, histórico, nunca el Eibar había llegado hasta aquí, los cuartos, jugará con lo que tiene. Le obligan las lesiones, siete, y en casi todas las líneas (Riesgo; Ramis, Arbilla y Juncà; Kike García y Mesa). Su objetivo es no perder todas las opciones en el Calderón. Dejar los cuartos vivos para la vuelta, la semana que viene, en Ipurua. Simeone busca todo lo contrario: que todo quede resuelto hoy.
El año pasado el Celta eliminó al Atleti en esta ronda de Copa, cuartos, y, éste, el Cholo quiere llegar a la final. Por eso hoy saldrá al ataque. Por eso hoy Simeone daría descanso a fijos como Gabi y Godín y le haría sitio de nuevo a Carrasco en el once: el belga vuelve y podría jugar donde no le gusta, la derecha, porque la banda izquierda tendría ya un dueño, Gaitán, a mejor cada partido.
En el centro, Koke y Saúl jugarían para surtirles de balones. A ellos y los de arriba: Griezmann y Correa o Griezmann y Gameiro (aquí dudaba el técnico). O sea, todo pólvora con el objetivo de ofrecerle a la afición en la tarde de frío polar el mejor brasero: goles, juego y un pie en semifinales antes de viajar, la próxima semana, a Ipurua, terreno Eibar.
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