Aleix Vidal, Luis Enrique y el espejo de Orellana en el Celta
Luis Enrique lo descartó en Vigo en agosto de 2013 y en enero admitió su error. Con Aleix está encantado de tener que recular de nuevo.
El 26 de agosto de 2013, Luis Enrique, que empezaba la que fue su primera y única temporada como entrenador del Celta de Vigo, descartó públicamente y de manera radical a Fabián Orellana. “No lo veo para estar en el equipo ni tampoco como una posible solución desde el banquillo. Le he dicho que se puede buscar un equipo que le garantice minutos”. Seis meses después, en enero de 2014, el asturiano admitía su error: “A los entrenadores nos encanta comernos nuestras palabras. Yo estoy siempre abierto a que cualquier jugador que en principio no juega, confirme que me puedo equivocar. Le felicito”.
Escuchando el pasado sábado a Luis Enrique hablar de Aleix Vidal (“le quita la razón al entrenador”), era inevitable no recordar el episodio de Orellana. Aleix marcó su primer gol con el Barça, dio un recital de despliegue físico y buen fútbol y, a falta de una prueba contra un rival que tal vez exija más que Las Palmas a nivel defensivo, demostró que su costosísima inversión (22 millones de euros) todavía podría reconducirse aunque sea difícil.
Desde que llegó al Barça, Aleix, que no pudo participar hasta enero de 2016 por la sanción FIFA, apenas ha jugado 20 partidos para un total de 1. 398 minutos repartidos en 858’ la temporada pasada y 540’. Su salida en enero parecía decidida hace un par de meses, cuando incluso recibió un permiso de Luis Enrique para casarse en Almería a dos días de un partido. Estaba casi fuera de la dinámica del grupo. Aleix llegó incluso a llamar a Sevilla, donde su incorporación parecía verse con buenos ojos. Sin embargo, las condiciones económicas no terminaron de convencer al club de Nervión, que se echó atrás. Su situación no ha dado la vuelta 360 grados pero enero puede ser el mes en el que Aleix le definitivamente la vuelta a su situación en el Barça.