No tiene pinta de partido sencillo para el Barça (sigue el encuentro en directo en AS.com). Más allá de la agitada semana que se vivió en los despachos del club, del movido partido de Copa ante el Athletic el pasado miércoles (3-1) y de las constantes protestas arbitrales lideradas por Gerard Piqué, que también generaron controversia en las entrañas del Camp Nou, la Liga se estrena en el estadio azulgrana en este 2017 con la obligación de ganar para los culés a los que los propios errores cometidos en casa (llevan perdidos nueve puntos: una derrota, ante el Alavés, y tres empates, Atlético de Madrid, Málaga y Real Madrid) ya no le permiten más fallos si quiere presionar al equipo de Zidane, que visitará mañana la casa del segundo: el Sevilla.
Luis Enrique sabe que tiene que hacer rotaciones. Rafael Pol, preparador físico del equipo, es de lo más eficiente que hay en la Ciutat Esportiva y planifica como pocos. Números en mano, hoy toca agitar el equipo inicial. Aleix puede tener minutos en el lateral derecho, Rakitic volverá a jugar en Liga (no lo hace desde el empate en el Clásico), André Gomes dispondrá de una nueva oportunidad como pivote y Denis deberá hilvanar con el tridente. Para Messi el partido tiene su qué; Las Palmas no consta en la interminable nómina de víctimas de La Pulga en el campeonato, que la pasada temporada, ante los canarios, sufrió una lesión de rodilla que le tuvo seis semanas apartado de la dinámica del equipo.
Sin complejos. La Unión siempre tiene un plan y en campo de dimensiones grandes y ante un rival que quiere jugar la pelota, su idea será ésa, robar para hacérsela suya y tratar de controlar el juego. El reto no será sencillo, pero puede dar resultado. Lejos del Gran Canaria, la efectividad amarilla baja, pero hoy aterriza con todo arriba: Boateng ya jugó aquí con el Milán y Viera, travieso si le dan medio metro, está con ganas de provocar al seleccionador Lopetegui a que se lo lleve al equipo nacional.