Los Lakers se estrellan: siguen muy lejos del nivel playoffs
Terrible segundo tiempo de los angelinos, que dieron alas con sus malos ataques a unos Blazers que se hacen fuertes en el octavo del Oeste.
Durante la primera parte del partido ante los Blazers (57-55 al descanso) los Lakers de los dos últimos triunfos seguían allí, comandados por un D’Angelo Russell brillante en la dirección aunque negado en el tiro (al final 0/7 en triples para un 9+8+6) y un Luol Deng que seguía con su proceso de resurrección (13 puntos en el primer tiempo… 1 en el segundo). Damian Lillard, tantas veces verdugo, estaban en 1/11 en tiros. Y la cosa no pintaba mal en un partido considerado bisagra en las (pocas) opciones de los Lakers de pelear por esa octava plaza del Oeste ahora mismo tan barata y que solo los Blazers, precisamente, pueden diginificar un poco en el segundo tramo de la temporada.
Pero todo se vino abajo después del descanso, en un segundo tiempo en el que Luke Walton aseguró no haber reconocido al equipo, que anotó 30 puntos totales (30-53) después de haber hecho 31 solo en el segundo cuarto y contra una de las defensas menos consistentes de la NBA. Al final parece que es imposible: dos derrotas casi seguidas y diez consecutivas en total de los Lakers ante los Blazers, que quedan 17-23 por el 15-27 de unos Lakers que dejaron ir sus opciones de echar cuentas, por ahora, y sobre todo sus buenas sensaciones de los últimos días.
Los Blazers son un rival muy duro (y tanto, diez triunfos seguidos…) para unos Lakers que precisamente no defienden con especial autoridad el perímetro. McCollum terminó con 25 puntos y Lillard con 20, 8 rebotes y 6 asistencias, 7/21 en tiros después de ese 1/11 de la primera parte. El base tuvo un enganchón con D’Angelo que desde luego le motivó superado el ecuador de un tercer cuarto en el que los Lakers firmaron un miserable 5/23 en tiros. Ahí se fraguó la derrota de un equipo en el que solo anotaron en dobles figuras Lou Williams, Brandon Ingram y Luol Deng. Los Blazers están firmando un año terriblemente decepcionante, pero todavía son mejores que los Lakers. Y no deberían tener problemas, a nada que enderecen en el rumbo, para asegurar esa octava plaza por la que su principal rival es ahora mismo Sacramento Kings. Por mucho que se empeñe DeMarcus Cousins.