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SIXERS 93-TIMBERWOLVES 91

No hubo milagro de Ricky ni duelo con Sergio en Philadelphia

La baja del canario evitó el duelo de bases españoles. Los Wolves igualaron un -26 con triple de Ricky a 1,6 segundos del final. Pero perdieron.

MéxicoActualizado a
No hubo milagro de Ricky ni duelo con Sergio en Philadelphia

Los problemas de tobillo de Sergio Rodríguez nos dejaron sin un (muy directo) duelo de bases ante Ricky Rubio. Sin embargo, si vimos la colisión de Joel Embiid (25 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias, 2 tapones) y Karl-Anthony Towns (23+15+5+2). El de los Wolves dará el relevo al de los Sixers como Rookie del Año y ambos protagonizarán muchos duelos de gigantes extraordinarios en la NBA durante los próximos años. Esperemos que con sus equipos en mejor disposición...

Porque los Sixers se llevaron el duelo entre dos de los peores equipos de los últimos años, y quedan con 9 victorias (9-24) por las 11 de los Wolves (11-24), incapaces de enlazar una buena racha, de superar a un rival sin Sergio ni Henderson (ni Simmons, claro), de capitalizar sus oportunidades (empataron el partido a menos de dos segundos del final después de haber llegado a perder por 26 puntos) y de, sobre todo, jugar con solvencia durante 48 minutos. En su anterior derrota ante los Blazers, buen primer tiempo y horrible segundo. Esta vez, todo lo contrario. Y Ricky Rubio lo dejó claro: “Hicieron muy bien la última jugada pero es culpa nuestra vernos en una situación así. No podemos llegar aquí y ni comparecer en toda la primera parte”.

La jugada a la que se refiere el base español es la que evitó la prórroga cuando precisamente él (5 puntos, 5 asistencias, 3 rebotes: la cosa sigue sin funcionar) había anotado a falta de 1,6 segundos un triple desde el lateral derecho que disolvía finalmente unas ventajas de los Sixers que eran de +26 (70-44) superado el ecuador del último cuarto. Pero Brett Brown diseñó una excelente jugada en la que Embiid hizo de cebo (se llevó a Rubio y Towns) y Saric puso el saque desde el lateral en el lado contrario de la pista, para que Covington anotara a falta de dos décimas sin dejar botar la bola. Al alero le habían pitado durante toda la noche por sus pésimos porcentajes en los últimos partidos. La cosa no iba mejor (1/9 en triples) pero acabó siendo el héroe (sumó 13 puntos) y ayudó además a secar a Andrew Wiggins: 8 puntos, 2/15 en tiros.

Los Wolves se condenaron en un calamitoso primer tiempo, en el que no anotaron ni un triple, no defendieron y no pararon de escuchar gritos de Tom Thibodeau, desesperado en la banda. La reacción llegó después a tiempo, en gran parte porque el rival era el que era, pero los de Minneapolis ni siquiera pudieron asegurar esa última defensa para ir a la prórroga. La temporada empieza a ser muy larga, un año más: la temporada está siendo un desastre.

Los Sixers, que están a punto de recuperar a un Sergio frenado cuando estaba en uno de sus mejores momentos del curso, se dieron una alegría a lomos de Embiid, Saric (8 puntos, 7 rebotes) e Ilyasova (19 puntos, 5 rebotes). Y dejaron atrás a los Nets (8-25), ya solos como peor equipo de la NBA. Algo es algo