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AFC Oeste desde dentro

Carta abierta a la Raider Nation

La grave lesión de Derek Carr hace que los playoffs, en Oakland, se vean con mucha preocupación y pesimismo.

La escalofriante lesión sufrida por Derek Carr no tiene porque suponer el fin de las opciones de los Oakland Raiders en los playoffs.
Kyle TeradaUSA Today Sports

Me perdonarán el resto de lectores por centrarme en el equipo de la bahía en vez de dar luz a la magnífica temporada de los Chiefs -se merecen estos playoffs como el que más-, la caída de los Broncos o las pocas camas libres en el hospital de San Diego. Pero el tema de la AFC Oeste, la noticia, sin duda es la lesión de Derek Carr. Una lesión que merma seriamente las aspiraciones de los Raiders de cara a los playoffs y por ello hay desolación en Oakland. Por eso, quería escribir esta carta abierta directamente a los aficionados de negro y plata.

Querida Raider Nation,

Como sabréis, soy aficionado a los Raiders desde que la memoria me alcanza, que no es demasiado por mi edad. Cuando vi la cara de Derek Carr parecía obvio que en unos minutos iban a confirmar lo que todo el mundo, Raider Nation y amantes de la NFL, se temía. El joven quarterback no iba a poder disputar los playoffs que se merecía. Que se había ganado. La noticia fue tan devastadora que el campo quedó silenciado hasta el final del partido, donde nadie celebró la victoria. Nadie lo hizo pese a que seguían manteniendo el liderato de su división a falta de una jornada. No se veían esperanzas por ninguna esquina.

Yo soy de la opinión que cree que el jugador más importante de un equipo es siempre el quarterback. Sin tapujos. Los Raiders han perdido para lo que queda de temporada a su líder. Un jugador que estaba en la discusión por ganar el MVP y que estaba desempeñando un juego de nivel muy alto. Pero por encima de todo, han perdido a un ser competitivo, de esos que consiguen el first down corriendo si hace falta en el momento preciso. De esos que no les quema el balón en un drive que puede ser ganador. Sin duda, es el peor jugador que podían perder los Raiders de cara a su primera participación en playoffs desde 2002.

Pero os voy a decir algo, querida Raider Nation. Que nadie dé por muertos a estos Raiders. Voy a intentar aportar algo de esperanza para el inicio de 2017.

El pasado fin de semana, ante un equipo que ha recuperado al mejor Andrew Luck, la defensa funcionó, y muy bien, hasta el golpe moral de la lesión del líder del equipo. En ese momento, a falta de 11 minutos para la finalización del partido, los chicos de la bahía sólo habían permitido 14 puntos a un ataque como el de Indianapolis. La presión llegaba con continuidad, los linebackers aparecían con contundencia y la secundaria siguió siendo oportunista. Porque eso nadie lo dice. Los Raiders empezaron la temporada deplorables a nivel defensivo y se les colgó la etiqueta de ‘defensa mala’.

Y nadie se la ha sacado ni con aguarrás.

Una defensa que lleva 29 turnovers (la segunda de toda la NFL sólo detrás de los Chiefs con 31). Una defensa que en los últimos 3 partidos ha permitido una media de 80,3 yardas terrestres por partido (la novena mejor de la liga). Pero parece que nadie les quiere cambiar el letrero que llevan encima de ‘defensa mala’ por el de ‘defensa oportunista’ que sí se usa con equipos de números parecidos. La defensa, desde el pass rush, está apareciendo y creciendo.

El partido que jugaron en ataque ante Indianapolis fue muy serio, igual que los anteriores con Carr mermado y jugando lejos del center perpetuamente. Los Raiders son capaces de adaptar su ataque a los defectos de la defensa rival. Ante Broncos corrieron como si no hubiera un mañana. Ante Panthers se pusieron a pasar el balón buscando el agujero que Luke Kuechly había dejado en el medio. Ante Buccaneers avasallaron su secundaria. Y ante Indianápolis la línea ofensiva dio un máster de cómo se juega para la carrera. Y ese es uno de los puntos que van a tener que potenciar con McGloin a los mandos.

Para poder competir en los partidos de playoffs los protagonistas tienen que ser The Black Wall. Esos tipos anchos que se han erigido como la mejor línea ofensiva de la AFC. El game plan se va a basar en correr, esta vez con los snaps bajo el center -puede que se sea mucho más productivo en la redzone que en jornadas anteriores-, en pasar el balón sin arriesgar a rutas rápidas y en multitud de jugadas de screen. Me imagino a Musgrave, recibiendo la orden de preparar un ataque conservador, frotándose las manos cual maligno antagonista. No se le va a pedir a al quarterback reserva de Raiders que gane los partidos de playoffs que dispute. Solo se le va a pedir que no los pierda. Y eso está más que capacitado para hacerlo.

Me despido del 2016 con mucho pesar por el duro golpe que se ha llevado la Raider Nation. Pero con una luz de esperanza en el horizonte. Si se hacen las cosas bien, si la línea ofensiva mantiene el nivel, si los receptores ayudan a McGloin con pocos drops, si los tres corredores siguen aprovechando sus momentos, si la defensa mantiene la línea ascendente, si todo eso pasa, se va a competir. No se está 12-3 solo por un quarterback. Hay un buen equipo y un quarterback reserva muy serio.

Aunque sea sin Carr, disfrutad de los playoffs, que ya hace mucho tiempo que no lo hacemos.