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Bears 21 - Redskins 41

Matt Barkley se pasa de valiente y regala el partido a los Redskins

El quarterback de los Chicago Bears, crecido ante la indudable ocasión de su vida, lanzó cinco intercepciones. Y así no se puede ganar.

Actualizado a
CHICAGO, IL - DECEMBER 24: Matt Barkley #12 of the Chicago Bears walks off of the field after losing to the Washington Redskins at Soldier Field on December 24, 2016 in Chicago, Illinois. The Washington Redskins defeated the Chicago Bears 41-21.   David Banks/Getty Images/AFP
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DAVID BANKSAFP

Los Washington Redskins han recuperado parte del aliento que perdieron la semana pasada. Lo han hecho al ganar a los Chicago Bears con suficiencia, aunque para eso contaron con un ayudante inesperado: Matt Barkley.

Para escribir las crónicas tomo notas durante el partido. No se trata de estadísticas, que están a disposición de cualquiera en todas las páginas que sigue la liga. Tampoco de una descripción de las jugadas, que no creo interesantes salvo en momentos puntuales. Se trata de las sensaciones que me va produciendo el partido. Pues durante la primera parte fui garabateando el folio con una buena opinión de Matt Barkley, el accidental QB de los Chicago Bears.

El tipo estaba jugando bien. Es más, estaba jugando valiente. Eso me llamaba la atención. Ya lo hizo en las últimas semanas. Es decir, los Bears pueden tener el año acabado, como franquicia, pero los jugadores, los entrenadores, los individuos, en suma, se juegan un montón. Barkley es de los que más, pues está (¿estaba?) ante la oportunidad de demostrar si tiene madera de titular, lo que haría que la offseason de los Bears fuese muy diferente en uno u otro sentido. Pues su aproximación ha sido la del todo o nada: me las juego todas y que el diablo escoja a los suyos.

No le ha salido del todo mal en el terreno de las sensaciones. A pesar de haber cometido errores, de pérdidas de balón evitables, se le perdonaba por el contexto. Pero, entonces, llegó la segunda mitad del partido de hoy contra los Redskins y su ruleta rusa encontró la bala. Cometió cuatro interecepciones, algunas de ellas horrorosas, que sumada a otra en la primera mitad elevó el número de pérdidas de balón a cinco, nueve si sumamos las cuatro de la pasada semana.

Es demasiado. Es sinónimo de derrota. Es intolerable en esta liga. Se le echará en cara. Es lo malo de apostar tan fuerte, que no es sostenible en el tiempo.

Los Redskins, por su lado, aceptaron los regalos para vivir una segunda parte muy plácida. Kelley y Brown corrieron con cierta facilidad y Kirk Cousins jugó como más le gusta, con una tendencia muy acusada de buscar en profundo a DeSean Jackson y Pierre Garçon. A ambos los encontró con profusión. La ausencia de Jordan Reed, por un día, no fue un drama.

Washington sigue vivo. Se jugará su pase a los playoffs en la semana final de la temporada regular. Chicago, por su lado, volverá a pensar en tener que buscar un QB titular para el año que viene; una lástima para Barkley, que ha demostrado arrestos para jugar a esto... pero quizás demasiados.

ESTADÍSTICAS COMPLETAS DEL PARTIDO.