REAL MADRID 95 -BROSE BRAMBERG 72
El Madrid se da un homenaje navideño ante el Bamberg
Arrasó al equipo alemán: 79-42, minuto 32. Llull, Doncic y Ayón jugaron a gran nivel. Buenos momentos de Taylor y también de Thompkins en su regreso. Randolph y Maciulis no jugaron.
En la Euroliga más igualada de siempre, la de los duelos en el alambre, el Madrid se dio un buen homenaje prenavideño: 95-72 ante el Bamberg (+37 en el minuto 32, 79-42). Los de Trinchieri no son el CSKA, queda claro, pero juegan bien, su proyecto transmite ilusión y Madrid se les da bien. O se les daba. En tres de sus cuatro visitas anteriores solo cedieron cuando el marcador ya marcaba las décimas. No esta vez.
Actuación redonda de los blancos con Llull, Doncic y Ayón sobrevolando a sus rivales en cada duelo directo. Defensa y ataque. Volvió además Thompkins cinco semanas después de dejarse la cadera derecha sobre el parqué en un durísimo costalazo. Le falta ritmo y le sobra muñeca (tres triples, 13 puntos). Y Hunter, que arrastraba un golpe, también estuvo, y muy bien por cierto. Músculo y visión de juego (8 asistencias en las últimas 48 horas). En este escenario idílico, Laso ni siquiera echó en falta a los lesionados: un Randolph que hubiera podido jugar en caso de apuros y Maciulis, que quizá deba parar unos días.
Se podía hablar de una mala noche del Bamberg, de su falta de puntería inicial en los tiros liberados, pero sería hacer de menos al Madrid. Muy de menos. Porque los blancos firmaron tres cuartos tremendos. Boyantes en ataque, serios en el rebote y muy aplicados y efectivos en defensa. Ni rastro de Nicolo Melli. Ni de un Darius Miller desquiciado.
El pistoletazo de salida resultó demoledor y aturdió al equipo alemán para el resto de la velada: 11-0 con una canasta de cada uno de los jugadores del cinco inicial. La de Taylor fue triple. El sueco tuvo momentos espléndidos atrás para romper a un perímetro rival en el que Aleksej Nikolic salió de titular. Juega poco y le quedó grande el rol de sustituto de Fabien Causeur, baja de última hora.
El Bamberg pasó de tambalearse en un cuarto a caer a plomo en el siguiente: 47-22 antes incluso del descanso. Lo que quedaba fue una ofrenda a la afición con Doncic melena al viento (16 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias y 3 robos para 25 de valoración) y Llull obsequiando a la grada con una mandarían suprema sobre la bocina del tercer cuarto.
La despedida en casa del 2016 se cerró con el modo ahorro energético conectado (parcial final de 16-30 y seis triples de Lucca Staiger). Espera ya este jueves Belgrado y el Estrella Roja. Al año nuevo se le recibirá como merece, con el CSKA, pero eso será el día de Reyes con un buen roscón.