El peligro para el Real Madrid de Zidane está en el invierno
El equipo blanco, ante el fantasma de 2015, cuando después de ganar el Mundial de Clubes fue eliminado a la primera en Copa y perdió el liderato en Liga.
Liderato en Liga, invicto con tres puntos de ventaja sobre el Barcelona y un partido menos disputado; esperando rival en octavos en la Copa del Rey; con el Nápoles en el primer cruce de Champions en el horizonte; y con la vitola de ser campeón de Europa, supercampeón del Viejo Continente y flamante pentacampeón del mundo.
El Real Madrid despedirá 2016 en una posición envidiable. Pero también con los fantasmas del pasado.
El panorama blanco recuerda al de la temporada 2014-2015, la segunda campaña de Ancelotti en el banquillo madridista. Zidane incluso lo ha mejorado. No ha perdido ningún partido y, aunque en la clasificación tiene dos puntos menos que entonces, la ventaja sobre el Barcelona ahora es también dos puntos mayor con un partido igualmente pendiente.
2015: Un amistoso a destiempo, la bestia negra atlética y Kevin Roldán
Entonces, el paseo triunfal del Real Madrid torció su rumbo en invierno. El aviso llegó antes de terminar el año natural con un marketiniano amistoso en Dubai (30 de diciembre) ante el Milán que se saldó con una dolorosa derrota (2-4).
Dando la bienvenida a 2015, el Atlético se convirtió en una bestia negra. Eliminó al Madrid casi a las primeras de cambio en Copa y luego le metió un contundente 4-0 en el derbi madrileño marcado por la posterior fiesta de cumpleaños de Cristiano Ronaldo con el recordado Kevin Roldán como invitado estelar.
Al llegar la primavera, la flor de Ancelotti ya se había marchitado. En apenas quince días, el Madrid perdió el liderato en San Mamés, estuvo al borde del precipicio en los octavos de Champions ante el Schalke y dejó prácticamente entregada la Liga en el Clásico distanciándose del Barcelona a cuatro puntos que a la sazón resultaron insalvables.
2017: El hueso hispalense, Nápoles y la incógnita de la Copa
El Real Madrid volverá de vacaciones con una víctima propicia: el penúltimo clasificado Granada. Un aperitivo para el hueso que vendrá inmediatamente después: el correoso Sevilla de Sampaoli en el Pizjuán. Eso que se sepa. Porque la Copa del Rey asoma con intensidad en seis semanas consecutivas. El Madrid conocerá este viernes (12:00) su rival en octavos: desde algún sorprendente Segunda B hasta el Barça como opciones.
El calendario liguero después del Pizjuán se vislumbra asequible: Málaga, Real Sociedad, Celta y Osasuna. Pero después vienen curvas con el partido de ida con el Nápoles y el compromiso liguero aplazado en Mestalla, un feudo siempre complicado donde naufragó (2-1) el Madrid de Ancelotti y que dio la puntilla (2-2) a Benítez en las dos últimas inauguraciones del año blanco.
Valencia será el aperitivo a la triada que tendrá que afrontar el Real Madrid en el lapso de una semana ante los rivales (Villarreal, Las Palmas y Eibar) que lograron arrancar tres empates consecutivos a los de Zidane en la primera vuelta.
Por último, antes del parón de selecciones, marzo esconde dos salidas complicadas: la vuelta de Champions en San Paolo y la visita a San Mamés, la plaza donde la Liga comenzó a tornarse un sueño inalcanzable para el segundo proyecto de Ancelotti.
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