Hortelano: "El Premio me motiva para atacar más récords"

Bruno Hortelano nació en Wollongong, Australia, el 18 de septiembre de 1991. Sus padres, científicos, se marcharon de España por motivos de trabajo. La investigación les llevó a Canadá, donde Bruno acabó el instituto en la Assumption Catholic School de Burlington. Después completó Ingeniería Biomédica en la Universidad de Cornell, en Nueva York. Y allí se entrena con su técnico, Adrian Durant, y participó en proyectos de oncología.

A los 25 años, Hortelano ha vivido deprisa, pero ha corrido aún más rápido. Su padre, Gonzalo, le inculcó la pasión por el atletismo y pulió sus primeros pasos. En Estados Unidos comenzó a brillar en las competiciones de la NCAA. En este 2016 ha explotado. Se convirtió en campeón de Europa de 200, y consiguió los récords nacionales en 100, con 10.06, y 200, con 20.12: "La temporada ha sido inimaginable, pero deseo continuar con mi crecimiento".

En los Europeos de Amsterdam alcanzó sus dos primeras finales en el máximo nivel. En 100 terminó cuarto y en 200, segundo. La descalificación de Churandy Martina por pisar la línea interior en la curva le dio el título. La primera medalla para un español en la distancia en unos campeonatos continentales. Velocidad, territorio vetado: "Supuso un shock de felicidad". En los Juegos prefirió centrarse en su prueba fetiche, los 200, y cayó en semifinales. En la serie de clasificación logró "volar", como le gusta decir, para establecer 20.12. En Río vivió "una experiencia extraordinaria", y en septiembre una de las peores tras sufrir un accidente de tráfico. Casi pierde su mano derecha, en proceso de rehabilitación.

El Premio AS Revelación 2016 valora su irrupción en la élite del atletismo y su capacidad de superación. Se lo entregó Blanca Panzano, de TAG Heuer, y el mago Jorge Luengo hizo de las suyas: "Lo agradezco, especialmente a mi familia, y me motiva para mejorar y atacar más plusmarcas". Como bajar de diez segundos en los 100 metros y de 20 en los 200. El próximo reto. "Believe es mi lema. Hay que creer".