SEMANA 15

El regreso de Peterson no cambia nada en Minnesota

El estelar running back está de regreso antes de lo esperado, pero difícilmente aportará algo a unos Vikings repletos de lesiones

Ciudad de México
AFP

Adrian Peterson no es de este mundo. Cualquiera que lo haya visto correr ya lo sabía. El hecho de que vuelva mucho antes de lo esperado luego de sufrir la tercera lesión de gravedad en la rodilla en su carrera, lo confirma.

Adrian Peterson es un espécimen físico como pocos en la NFL, o el deporte en su totalidad, pero no tiene súper poderes más allá del uso de la vara para disciplinar niños. No es un santo con milagros confirmados ni es brujo chamán que pueda hechizar al rival.

En otras palabras con o sin Adrian Peterson, los Minnesota Vikings están en serios problemas.

A dos juegos del líder divisional y a uno del último comodín de la NFC, Minnesota necesita mucha ayuda si quiere repetir su viaje  a playoffs de la temporada anterior, pero esa ayuda no trae el número 28 ni tiene la forma de Peterson.

Permítanme explicarles por qué. Desde la pretemporada, cuando perdieron a Teddy Bridgewater, los Vikings han ido cayendo como moscas especialmente en la línea ofensiva, que actualmente bien podría compararse a la que protegió a Shane Falco o a Paul Crewe.

Actualmente los Vikings son el último ataque terrestre de la NFL. Número 32. Sótano. Casi 100 yardas menos que su más cercano perseguidor, los Giants. Y eso no se debe a que  Matt Asiata y Jerick McKinnon sean los peores backs de la historia o tengan la capacidad atlética de León Girón.

La realidad es que Minnesota utilizará el domingo ante los Colts a su séptima combinación de línea ofensiva en lo que va de la temporada. Siete quintetas titulares distintas en 14 partidos esta campaña. Tomen unos segundos para pensar lo que ello implica.

No hay comunicación en las asignaciones de bloque o protección ¿quién toma el blitz? Solo Dios sabe.  ¿Tu sales de trampa en esta jugada o era yo? ¿Es un counter o debo bloquear por dentro? Hay demasiadas combinaciones en ese ajedrez que es una línea ofensiva, especialmente cuando el centro, el ancla de la unidad, es un novato con dos juegos de experiencia en la NFL.

No importa si eres Barry Sanders, Walter Payton o Emmitt Smith, correr detrás de una línea a la que se le complica la tarea de saber hacia dónde va es casi imposible.  Para Peterson el camino es cuesta arriba, eso sin mencionar que seguramente tendrá una participación limitada o será utilizado de señuelo en la mayoría de las ocasiones para echar a andar el play-action.

Es ahí, en jugadas de pase con engaño de carrera, sin que Peterson toque siquiera el ovoide, que podría brindar su mayor aporte a la ofensiva de los Vikes, a fin de cuentas tienes que respetar la leyenda de AP, no tanto su condición actual o la de sus guardaespaldas.

Minnesota tiene buenas aspiraciones este fin de semana ante Indianapolis, pero no son por Peterson sino por su registro de 4-2 en casa y el hecho de que los Colts son una de las peores defensivas de la NFL.

Pero Minnesota necesita mucha ayuda, no solo de Peterson o de su línea, sino de otros equipos para siquiera poner de nuevo a los playoffs en el horizonte.

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