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NFC OESTE

Seahawks logra un triunfo feo y brillante, como su uniforme

Seattle logró su tercer título divisional en cuatro años al vencer 24-3 a unos Los Angeles Rams demasiado generosos

Ciudad de México
SEATTLE, WA - DECEMBER 15: Tight end Luke Willson #82 of the Seattle Seahawks can't hold on to a pass against the Los Angeles Rams at CenturyLink Field on December 15, 2016 in Seattle, Washington.   Otto Greule Jr/Getty Images/AFP
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OTTO GREULE JRAFP

Nuevo uniforme, nuevo head coach, los mismos viejos Rams. Repletos de errores, mala ejecución y, tal vez, un poco deslumbrados por la vestimenta de los Seahawks, Los Ángeles Rams hicieron todo lo posible por entregarle el juego a Seattle.

Bueno, pues misión cumplida.

Los Seahawks gustosos aceptaron los regalos y de paso sellaron su boleto a la postemporada, con su tercer título del Oeste de la NFC en las últimas cuatro temporadas.

No fue bonito, con ese uniforme nada lo es. Pero al igual que su vestimenta, fue un brillante partido ante un equipo inofensivo. Russell Wilson lanzó tres pases de touchdown, la defensiva capturó en cinco ocasiones a Jared Goff hasta sacarlo del partido y los Seahawks se impusieron 24-3 a los Rams en el debut como coach interino de  John Fassell.

De la manera en que ejecutaron los Rams, es difícil culpar al despedido Jeff Fisher de la marcha de 4-10 del equipo. Goff falló un pase a un completamente desmarcado Brandon Quick en tercera y una yarda por avanzar en el primer cuarto. Todd Gurley no consiguió mover las cadenas en la siguiente jugada y los Rams se fueron en blanco.

De ahí, Wilson montó una ofensiva de 93 yardas hasta las diagonales, no sin antes recibir una valiosa ayuda de los generosos Rams.

En cuarto down y una yarda, Wilson lanzó un pase incompleto. Pañuelo en el campo, “quitarrisas”. Alex Ogletree sujetó a Luke Wilson y los Rams supieron aprovechar a la siguiente jugada con la conexión Wilson-Wilson para ocho yardas y siete puntos.

Eso resultaría suficiente de la manera en que Goff se mantuvo presionado e impreciso toda la velada.

Pero no, los Rams no habían terminado con la entrega de regalos. Faltaba el “engaño” de despeje en cuarta y 14 yardas por avanzar que terminaría con el pase incompleto de Johnny Hekker a Michael Thomas para entregar el balón en su propia yarda 30. Cuatro jugadas después, Steven Hauschka puso la pizarra 10-0.

Los Seahawks abrieron el juego a mediados del tercer periodo, cuando Bryce Hager no pudo quedarse con una intercepción de Wilson en la zona de anotación y luego Russell Wilson encontró a Doug Baldwin para colocar el marcador 17-3, con lo que aniquilaron cualquier aspiración de los Rams.

No es que hayan tenido muchas de la manera en que jugó su ofensiva. Los Ángeles apenas logró 173 yardas totales y 47 de ellas fueron por la vía terrestre. De no ser por los 13 castigos para 96 yardas de los Seahawks el resultado habría reflejado de una mejor manera el dominio de Seattle.

Wilson (19 de 26 para 229 yardas) cerró la cuenta con una conexión de 57 yardas a la zona prometida con la primera jugada del cuarto periodo de un triunfo costoso para Seattle. Michael Bennett y el punter Jon Ryan dejaron el juego para ingresar al protocolo de conmoción por fuertes golpes en la cabeza, el de Ryan luego de completar una carrera de 33 yardas en un exitoso engaño de patada.

La audición de Fassell para quedarse de manera permanente con el puesto no pudo iniciar de peor manera, los Rams no mostraron pies ni cabeza y hay muchos aspectos que mejorar, especialmente en ofensiva. Goff completó 13 de 25 para 135 yardas y sigue sin demostrar su condición de primera selección global, mientras que Todd Gurley, 38 yardas en 14 acarreos, sufre de una terrible regresión en su segundo año en la NFL.