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El portugués, tocado pero seguro de sí mismo

México

Este año el Balón de Oro ha vuelto a su casa, a la cercanía y a la naturalidad. Terminado el acuerdo con la FIFA, el más prestigioso trofeo individual que puede recibir un jugador está de nuevo totalmente entre las manos de la revista que lo creó hace más de 60 años y con los votos de periodistas del mundo entero. Lejos de la parafernalia de las cinco últimas ediciones, el Balón de Oro 2016 no ha necesitado alfombra roja, trajes de gala y guardaespaldas sino simplemente un futbolista, su gente más próxima y los representantes de France Football. Nada más pero nada menos. Como el Madrid tenía que viajar a Japón para el Mundial de Clubes, se decidió organizar la entrega el jueves pasado, concretamente alrededor de las 19.00h. Desde que comprobaron que Cristiano Ronaldo ya tenía asegurada la primera plaza de la votación, los organizadores del galardón tuvieron claro que el Bernabéu era el lugar ideal y más emblemático para acoger la ceremonia.

Al final, la sala de juntas, maravilloso escenario con las once Copas de Europa, fue escogida y encantó a todos los participantes. Cristiano vino con su familia y la intimidad del evento (y la obligada discreción ya que el nombre del vencedor se iba a anunciar el lunes siguiente) permitió hacer algo muy humano y natural. Y así lo vivió el propio galardonado, que siempre estuvo entre la alegría y la emoción. Cristiano adora el Balón de Oro y el Balón de Oro ya le ha querido cuatro veces. Como corresponsal de France Football en España tuve el privilegio, justo después, de entrevistar al crack portugués junto con Thierry Marchand, el jefe de fútbol internacional de la revista francesa. Vi a un hombre seguro de sí mismo que aceptó sin ningún problema todas las preguntas, incluso las más complicadas como las relacionadas con el escándalo de Football Leaks que, como periodistas, teníamos que hacer sí o sí y que queríamos hacer sí o sí. Nunca se había expresado antes sobre este tema y se notó que estaba herido por lo que había salido publicado. Está tocado pero, lejos de estar hundido, no vaciló a la hora de contestar. Cristiano se declara inocente y confía en la justicia.

Es evidente que toda esta historia le “fastidió” un poco la alegría de recibir su cuarto Balón de Oro pero, como siempre, vi a un CR7 peleón. Cristiano es un magnífico galardonado. Mereció ganar. No porque lo piense, que yo no voto, sino porque es la decisión de 173 periodistas de 173 nacionalidades. El Balón de Oro es universal, como el Madrid. Y como Cristiano Ronaldo.