Los Raptors ganan en Boston y marcan territorio en el Este

Sin Isaiah Thomas, los Celtics no tuvieron suficiente potencia de fuego ante esos Raptors que son una mole muy difícil de mover: si no haces bien todo lo que tienes que hacer, te van a ganar. No son un equipo de fantasía ni de grandes titulares. Son, sencillamente, un excelente equipo que está 16-7 (8-2 en los últimos 10) y que deja a tres partidos a los Celtics (13-10), en el inicio del curso otro aspirante a ser el gran aspirante (el que rete a los Raptors). Y entre equipos tan igualados en tantas cosas, el factor cancha es esencial de cara a los playoffs.

Sucede con los Celtics que nunca parecen tener a todos los jugadores a su disposición y, entrado diciembre, todavía no se sabe a ciencia cierta cuál es su techo o cuánta es su ganancia (que es mucha, a priori) con Al Horford (19+7+6 esta vez) a bordo. Sin Thomas, sometieron a los Raptors en la primera parte (metieron 9 triples y llegaron a estar 45-31) pero encajaron un 3-21 demoledor en el tercer cuarto. Entre rivales tan cercanos, demasiada brecha: 78-89 en el último cuarto, antes de una inútil carga final (91-95 a minuto y medio del final) de unos Celtics que en los momentos calientes notaron mucho la baja de Thomas. En su lugar, Smart no se acercó a su producción (12 puntos, 3/11 en tiros) ni pudo contener al mejor Kyle Lowry de la temporada: 34 puntos, 21 en el segundo tiempo.

El base comenzó mal la campaña, justo cuando DeRozan jugó el mejor baloncesto de su carrera. El escolta (esta vez 24 puntos con un 9/25 en tiros) fue normalizando sus números a medida que Lowry crecía. Y ya están los dos, otra vez, dirigiendo a un equipo que marcha con paso firme convertido, otra vez, en la mayor piedra en el zapato (si es que tal concepto es posible) de los Cavaliers en el Este. Sin Carroll, que descansó, Powell fue titular y anotó 20 puntos.