El jugador del Sevilla decidió el partido con un derroche de acierto de cara a gol. Anotó tres tantos, todos ellos en la segunda parte, para noquear a un Celta sin reacción.
Si existe algún osado que se haya atrevido a apostar al triplete de Iborra, habrá recibido el premio gordo de la lotería por anticipado. Y es que el mediocentro fue el auténtico protagonista del encuentro casi por accidente. Empezó en el banquillo y entró en el descanso para sustituir al lesionado Pareja. Desde luego, nunca una lesión fue tan afortunada.
El duelo entre Celta y Sevilla respondió a las altas expectativas de principio a fin. De hecho, la primera media hora fue una verdadera delicia. Los jugadores de los dos equipos buscaban continuamente la portería contraria, como si fueran niños en el patio del colegio, sin especular jamás con el resultado. No había tregua y cada ocasión de uno era respondida con una amenaza del otro. Sólo faltó puntería en el último toque, y cuando la hubo, Rubén y Rico respondieron con acierto. Incluso el palo apareció en escena para impedir que el cuero golpeara la red. Fue en un remate de cabeza de N’Zonzi, imperial durante los noventa minutos. La primorosa primera parte terminó con jaleo. Nasri y Cabral se encararon al filo del descanso tras un pisotón del francés al argentino. La entrada fue salvaje, si hubo voluntariedad sólo lo sabrá el infractor.
La aparición de Iborra fue dinamita para el Sevilla. El valenciano sólo tardó cinco minutos en imponer su ley. Sarabia ejecutó el córner y el medio aprovechó su altura para disipar las dudas de Rubén en la salida. El tanto desconcertó al Celta y la herida aún pudo ser mayor si Undiano hubiera señalado el penalti cometido por Rubén sobre Ben Yedder. A continuación, Rami y Mercado estuvieron a centímetros de la sentencia.
El Celta se volcó en busca del empate, dejando muchos espacios atrás. Hasta que Iborra volvió a aparecer para imponer su ley. Primero culminó un gran pase de Vitolo y después convirtió el claro penalti cometido por Cabral sobre Correa. Sin duda, fue su gran día.